#SentimientoReal | Con vistas a la Copa de Europa
Noventa minutos más de esfuerzo supremo. Último cuerpo a cuerpo con esos alemanes que buscan lo mismo que nosotros. Hay rabia en su mirada y mucha hambre en sus ganas, así que nosotros tendremos que inyectarnos los ojos de sangre y convertir nuestras ganas en ansia.
Recuerdo esos días en los que pasar de octavos de final se convirtió en una utopía. Y mira ahora, otra vez en semifinales, otra vez en el último mes de la Champions, en el partido que es la antesala de la final. Otra vez con opciones, otra vez ante una oportunidad histórica de hacer historia. Es el momento de refrendar todo el trabajo realizado desde septiembre en esta competición.
Cuando empiece a ponerse el sol detrás del Bernabéu, el balón echará a rodar. Se trata de pelear por él como si fuera la última cosa en el mundo. Nada está hecho todavía, la Copa de Europa aún no está a salvo. Hay que pasar por cada minuto, aguantar hombro con hombro, sostenerles las miradas, meter la pierna, arengar a la grada.
Si hemos llegado hasta aquí, que sea para estar en Kiev. Si hemos conquistado París, Turín e incluso Múnich, que sea para seguir avanzando por el viejo continente. Nuestros ojos hace días que tienen vistas a la Copa de Europa, que no vemos otra cosa, que no pensamos en nada más. Que el Bernabéu sea nuestro baluarte, que marquemos nosotros los tiempos, las distancias y los goles, que lo que hoy otros celebran quede en el olvido, sembremos desolación para todos aquellos que nos odian allí donde brotan nuestras sonrisas.
Nuestra naturaleza es la de estar a finales de mayo en una final, habiendo escapado durante duras afrentas de enemigos lujurioso. Como ya hicimos con los franceses e italianos, los alemanes sólo pueden salir de nuestra casa esquilmados. Mostremos desde el primer envite que vamos en serio, indómitos y desbocados, con el único propósito de traer de sus asas la Décimotercera.
Texto: @7Sempiterno7
Foto: El Español