
Lo disfruto más así, si cabe. Me gusta verlos rabiar. Me encanta el olor que desprende su bilis, sus portadas repletas de falsedades, los mantras que repiten sin cesar y comparten en todas las redes sociales, sus artículos vomitivos donde cuesta encontrar una verdad. Sabe mejor cuando te das cuenta de todo el odio que despertamos, de la envidia que nos tienen, del miedo ante la posibilidad de vernos campeones.
Benzema se señaló su hombro para que el antimadridismo derrame en él sus lágrimas. El hombro de la legalidad. Que viertan ahí sus lloros, que saquen toda la rabia que tienen dentro, que se desahoguen y cojan fuerzas, porque cuando el antimadridismo empieza a llorar ya no hay manera de hacerlos callar.
Texto: @7Sempiterno7