Sentimiento Real | Hasta la última gota de sudor
La Copa de Europa. Nuestra competición. Nuestro himno. Nuestra vida entera. Ni un Mundial me pone tantísimo.
Que nos den por muertos, que hablen mierdas de nosotros, que comparen nuestra mentalidad en Liga con el corazón que le ponemos a la Champions. No han aprendido nada, no saben cuánto ama el Madrid el rugir de la batalla. Nos caemos y nos levantamos, las veces que haga falta. Así se ha ido forjando nuestra historia desde 1902, dejándonos las tripas, corriendo con el alma, peleando cada balón como si fuera el último plato de comida de nuestros hijos. El honor a nuestro escudo nos impide caer sin sentido del deber. Jugamos para nosotros y vencemos por el bien de la humanidad.
El miércoles hay que salir con la vida por delante, dispuestos a jugarse el tipo, con rabia en los dientes y la mente en permanente estado de alerta. Esos ingleses deben saber quién es el Real Madrid y hasta dónde está dispuesto a llegar por conquistar Europa. Ese catalán del banquillo debe salir del Bernabéu salpicado de su propio cinismo. Los biliosos como él no pueden irse intactos de nuestro feudo. Somos un equipo que conforma el mejor club del mundo y hay que volver a demostrarlo, por si a alguno se le olvida o no lo tiene claro.
Nosotros, los madridistas, no hacemos otra cosa que no sea confiar. La fe y los nervios se apoderan de nosotros por igual. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos no podemos pensar en algo que no sea la Copa de Europa. Así pasamos los días cada vez que se acerca una eliminatoria. Estamos heridos, un tanto desalentados, algún rasguño en el corazón, pero no lo suficientemente dañados como para sangrar. Sonará el himno de la Champions y nuestro cuerpo se activará. Todos nuestros músculos, todos nuestros órganos se pondrán en funcionamiento cuando el balón eche a rodar. Vivimos por ti, vence por nosotros.
La Copa de Europa. Las palabras no alcanzan para explicar lo que nos hace sentir el Madrid en esta competición. Que lo consagren todo a su deber, que no es otro que salir victoriosos. De día y de noche no tenemos otro maldito pensamiento. Nuestra salud, nuestras entrañas, nuestra vida entera. Todo lo ponemos al servicio del Real Madrid. Que salgan ahí y se dejen hasta la última gota de sudor por la camiseta.
Paula Pineda.