Sentimiento Real | Casemiro, uno de los nuestros
Lo mismo atraviesa todo el campo corriendo detrás de un rival para terminar rebañándole el balón y abortar una manifiesta ocasión de gol, que se planta en el medio y no deja que pase ni el aire, que da una asistencia o se pone el número nueve a la espalda, que era el que le faltaba, y hace un doblete para darle tres puntos y aliento al Madrid. Se llama Carlos Henrique Casemiro. O lo que es lo mismo: nuestro seguro de vida.
Yo no me acuerdo bien cómo éramos antes de él. Y no lo digo por los dos goles del sábado, podría hacerlo cualquier día de mi vida. Porque no hay ni un sólo partido en el que Casemiro no deje muestras de su fútbol, de su entrega, de su compromiso, de su pundonor y de su compañerismo.
Porque compañerismo fue lo que demostró cuando, después de su primer gol, señaló a Jovic, haciéndonos saber que Luka era tan culpable de abrir el marcador como él. Nosotros ya lo sabíamos, pero Casemiro se marcó un gesto de esos que suben el ánimo de cualquier futbolista que no ande en su mejor momento.
Y luego, por si fuera poco, está su manera de entender el Real Madrid. Casemiro habla del club como un madridista, como lo haría yo o como lo harías tú. Con pasión, con admiración, con amor, con respeto. Es por eso que lo consideramos uno de los nuestros, porque sabemos que sus palabras no van rellenas de vacío, que no habla de cara a la galería, que no se viste de tribunero con la intención de ganar un aplauso fácil. A Casemiro lo escuchamos hablar y sabemos que en cada frase va el acento de su corazón, que ama al Real Madrid y al madridismo. Por eso cuando no juega se nos llena el cielo de nubes negras, por eso el día que ya no deje pasar ni al aire lo vamos a echar tanto de menos, por eso pasarán los años y seguiremos hablando del amor que sentíamos por Carlos Henrique Casemiro.
Y él por nosotros.
Paula Pineda