Crónica Real | San Mamés, testigo del hambre del líder
El Real Madrid no falla y logra una victoria frente el Athletic que puede valer un campeonato. Quedan cuatro finales para que los blancos puedan alzar el título liguero
San Mamés se presentaba para el Real Madrid como el último gran escenario para dar un contundente paso en el liderato por la Liga Santander. Volvía el Athletic a su estadio después de lograr un triunfo firme en Mestalla con una confianza brutal tras cosechar dos victorias seguidas en las dos últimas jornadas. Los blancos, a sabiendas de que su visita a Bilbao podría dejar sentenciado el Campeonato Nacional de Liga, tuvo grandes dificultades para mover el esférico con claridad en los primeros minutos. Iñaki Williams hizo daño en la primera media hora por banda derecha. El cuadro vasco llegaba con la facilidad que no habían encontrado los rivales del Madrid tras el parón.
Marco Asensio se convirtió en la fuente de inspiración del conjunto madridista teniendo varias ocasiones que mantenían al Madrid centrado en el encuentro: un disparo de falta directa que atajó Unai Simón y un centro desde la banda izquierda teledirijido a la cabeza de Rodrygo Goes, metían el miedo inicial a los leones. La pureza técnica del mallorquín fue la mayor partícipe de las ocasiones del conjunto blanco y del choque.
El cuadro de Gaizka Garitano seguía manteniéndole el pulso al Real Madrid. Estaban en un gran momento y tenían que aprovecharlo. La banda de Muniaín y Williams era la más desnuda y perjudicial para la defensa blanca. Marcelo no cuajó su mejor partido. Ya conocemos las carencias defensivas del brasileño de Río de Janeiro.
La primera mitad empezó con un ritmo más intenso y, a medida que trascurrían los acontecimientos, la intensidad fue a menos. El calor causaba el cansancio de los protagonistas que se marcharon al descanso echandose botellas de agua en la cara.
El Real Madrid entró con un mayor ambición tras pasar por vestuarios presionando más arriba para evitar el avance de líneas del conjunto bilbaíno. Corrigió las dificultades que encontró en defensa en la banda de Iker Muniaín. Al Athletic se le notaba fatigado con el paso de los minutos y los cambios le dieron ese oxígeno que necesitaba para volver a hacerle daño al conjunto de Zidane.
Carvajal y Marcelo se animaron por las bandas y el juego del Madrid fluía progresivamente con el paso de los minutos. Y llegó un penalti cometido a Marcelo, el sentencionador de la liga para el Real Madrid, el lanzamiento que le está dando puntos de oro al conjunto de Zinedine Zidane. Sergio Ramos, con su clase sublime desde la pena máxima (ya son 19 penaltis consecutivos), logró batir con un disparo raso cruzado al guardameta Simón. A partir de este instante, el Madrid se sintió dueño y dominador de la posesión y del ritmo del encuentro. Los cambios que realizó el Athletic no fueron del todo acertados porque se produjeron cuando llegó el tanto madridista.
Antes de que pitara el colegiado el final en San Mamés, Benzema hizo algunas de las suyas teniendo una oportunidad clara que Unai Simón atajó como si se tratara de un portero de balonmano. Fue sustituido en el descuento por Jovic, que no se calzaba las botas desde el encuentro de Champions frente a Manchester City.
El conjunto de Zidane acabó llevándose una nueva victoria, de vital importancia y de prestigio frente al Athletic Club. Cada partido que pasa el Real Madrid se acerca un poco más a levantar el título de la Liga Santander. Quedan cuatro finales: Alavés, Granada, Villarreal y Leganés. Dependen de ellos mismos. Tienen un colchón, no hay que desaprovecharlo. Quieren ganar esta liga y van a salir a por ella.