Rodrygo, Expediente X
Florencia Tan Jun/Getty Images
El Real Madrid adolece la chispa goleadora del brasileño, que no anota desde septiembre. Causa baja en Girona
Más allá de la ardua adaptación de Kylian Mbappé, el juego taciturno y las lesiones que están mermando al plantel de Carlo Ancelotti, aparece en escena la figura de Rodrygo Goes en mitad del mar de dudas que cubre incesantemente al Madrid. El extremo madridista, que también se ha visto desmantelado por las dolencias, suma ocho encuentros consecutivos sin ver puerta bajo la zamarra blanca. De hecho, para encontrar su último tanto hay que rebobinar hasta el triunfo apretado frente al Alavés en el Santiago Bernabéu, que se dio cita el pasado 24 de septiembre. Ha llovido.
Desde aquella diana, el brasileño no ha conseguido destronar las porterías de Atlético de Madrid, Villarreal, Celta de Vigo, Borussia Dortmund, Milan, Osasuna, Getafe y Athletic Club. En total, 412 minutos sobre el terreno de juego sin festejar un gol, una materia que solventó con matrícula de honor durante la pasada campaña (puso el lazo al curso 23/24 con 17 goles, siendo una piedra angular en el cuadro capitalino). Para más inri, en esta sequía que le acompaña, tampoco ha logrado rubricar alguna asistencia.
A buen seguro, el epicentro del problema se encuentra en los problemas físicos que está teniendo Rodrygo (se borra del viaje a Montilivi por unas molestias musculares). Primero cayó a la enfermería a finales de octubre, en las postrimerías del choque ante el Borussia Dortmund. Así las cosas, se le diagnosticó una lesión en el isquio de la pierna derecha que le iba a dejar nueve días en el dique seco.
Y cuando buscaba regularidad, el fútbol le volvió a lanzar un jarro de agua fría. Congelada. Y es que, en el envite contra Osasuna, el pupilo de Ancelotti tuvo que abandonar el verde antes del ecuador de la primera mitad. Al final, las pruebas médicas dictaminaron una dolencia en el recto anterior de la pierna izquierda.
Pólvora mojada
Rondando las cuatro semanas sin jugar, Goes sí que pudo calzarse las botas en la visita del Getafe de Bordalás al coliseo de la Castellana. El técnico italiano le colocó en liza y gozó de 67′ para recobrar sensaciones. Misma situación que en La Catedral, aunque esta vez fue sustituido más tarde, dando entrada al joven Endrick. Otra oportunidad y otro partido con el contador de goles a cero para un jugador, Rodrygo Goes, que no se despoja de la pólvora mojada.
Aparte del pasaje por la enfermería, el ‘virus’ que azota al Real Madrid parece habérsele pegado. Sin un patrón claro en la zona atacante, con un centro del campo roto por momentos y una zaga que se contagia del resto, el ’11’ merengue anda desorientado. Y eso que, a su lado, emerge un Jude Bellingham que está tirando del carro en los últimos partidos.
Ausente en Girona
Pero la entidad blanca, muy paciente con Mbappé, necesita de inmediato el granito de arena de Rodrygo. Sin embargo, al caerse de última hora de la convocatoria del envite en Girona , el aficionado blanco seguirá en compás de espera. Diluvia sobre mojado.