
REAL MADRID
Xabi Alonso no consigue cortar la sangría atrás de un Real Madrid que ha encajado gol en ocho de los últimos diez choques
La pescadilla que se muerde la cola. Un día sí y otro también, el Real Madrid firma partidos muy inocuos. Insulsos. En Talavera de la Reina, en el estreno en el torneo del KO, el cuadro de Xabi Alonso volvió a gripar. Fue una victoria circundada de un mal sabor de boca. Tanto es así que Lunin evitó males mayores.
En noviembre comenzó a evaporarse la versión que el madridismo pudo ver de su equipo en el Mundial de Clubes y en el inicio de la temporada. De repente… costalazo. En vez de resucitar, el rendimiento ha ido perdiendo burbuja. Una de las claves del mal momento de los blancos subyace en los números en defensa.
En los últimos diez partidos, el Madrid solo ha dejado dos veces la portería a cero: ante Rayo Vallecano (0-0) y Athletic Club (0-3). Las gratas sensaciones de San Mamés se diluyeron como un azucarillo. Sorprende que equipos como Elche, Olympiakos o Talavera hayan logrado ver puerta con tanta facilidad.

De no haber sido por las intervenciones mastodónticas de Thibaut Courtois y la materia goleadora impuesta por Kylian Mbappé, el club de Chamartín estaría en una situación crítica. Al menos, los cuatro puntos de distancia con el FC Barcelona en Liga son recuperables. Y en Champions, el Rey de Europa figura dentro del top-8. Queda mucho. Las notas, en mayo. Todo por dirimir.
A falta del compromiso liguero contra el Sevilla (sábado, 21.00 horas, Movistar Plus+ y Orange TV), Xabi sigue sin dar con la tecla en aras de cortar la sangría atrás. Parece que la Supercopa de España, que se dilucidará del 7 al 11 de enero en Arabia Saudí, será su prueba de fuego definitiva. Siempre y cuando no se produzca un naufragio este sábado o el próximo 4 de enero –frente al Betis– en el Santiago Bernabéu.