Opinión | El Real Madrid de Ancelotti y sus pecados
Real Madrid's Italian coach Carlo Ancelotti gestures on the touchline during the Spanish league football match between UD Las Palmas and Real Madrid CF at the Gran Canaria stadium in Las Palmas de Gran Canaria on August 29, 2024. (Photo by Cesar Manso / AFP) (Photo by CESAR MANSO/AFP via Getty Images)
El Real Madrid dejó escapar los tres puntos en los últimos minutos del derbi madrileño. También hubo susto de última hora ante el Alavés. ¿Qué está pasando?
El club blanco ha comenzado la temporada como la terminó, con una racha de imbatibilidad asombrosa. Tanto es así, que Ancelotti se convirtió ayer en el único técnico de La Liga que encadena 40 jornadas consecutivas sin perder.
Sin embargo, hay cierta sensación de irregularidad en el rendimiento de la plantilla del Real Madrid. Las expectativas al comienzo de la temporada eran inmensas y los empates cosechados ante el Mallorca y Las Palmas sirvieron de frenazo a la euforia blanca.
Posteriormente, aunque el equipo no ha perdido, continúa dejando ciertos síntomas de inseguridad en algunos tramos de los partidos. A pesar de encadenar varias victorias consecutivas, se han observado ciertos aspectos que son tema de debate para el madridismo.
El primero de ellos, la dificultad del equipo para imponer su juego. El conjunto blanco, sigue conservando su pegada, sin embargo, parece que sin Toni Kroos, quien el propio Ancelotti reconoce que es insustituible, al equipo le cuesta manejar los tempos. Esto provoca que en algunas ocasiones los partidos acaben en situaciones caóticas difíciles de controlar.
El segundo, la falta de minutos para algunos jugadores jóvenes con un potencial enorme. El madridismo esperaba que las jóvenes promesas contasen con más peso y minutos en la plantilla. El mejor ejemplo de ello es Arda Güler, de quien Ancelotti siempre habla bien, pero que no termina de encontrar su sitio en el equipo. También Endrick, que a pesar de estar ganándose los minutos, aún no ha podido debutar como titular.
Ligado a este último punto, algún sector del madridismo no entiende que algunos jugadores veteranos ocupen un rol más protagonista que los futbolistas que tienen más años de carrera por delante. Entienden que es una manera de cortar la progresión de los más jóvenes y piden que se pase el testigo a la nueva generación.
Por último, y lo que más polémica ha generado, es la gestión de los cambios de Ancelotti. El italiano apura los cambios y en los dos últimos partidos podría asegurarse que no ha estado acertado.
En cuanto al momento de los cambios, no es nada nuevo, es parte del libreto de Ancelotti. Si que sorprende más que esas sustituciones no estén ayudando al equipo, incluso le puedan estar perjudicando.
El director técnico tiene una misión principal que es dirigir al equipo. La manera de hacerlo es donde reside la esencia de cada entrenador, quien con cada entrenamiento, decisión o charla está mandando un mensaje a su plantilla.
El partido del Alavés, Ancelotti decidió que era momento de dar minutos a los menos habituales, primando por encima del esquema y la competitividad. El mensaje que el equipo recibió es de que el partido ya estaba ganado y llegó la relajación. El susto fue un aviso, pero serio.
En el derbi, el mensaje fue diferente. Como el italiano comentó en la rueda de prensa posterior «el equipo solo tenía que hacer una cosa, defender». Y ese fue el mensaje con los cambios. Sin embargo, optó por la acumulación de jugadores, por un esquema que jamás habían utilizado y dejando al Real Madrid prácticamente sin amenazas a la contra, lo que permitió que el Atlético se quedase a vivir en el medio campo madridista. Esto terminó desembocando en el 1-1 y en dos puntos importantísimos que se esfuman en la lucha por la liga.
Sin duda, hay situaciones que el equipo mejorará. En lo relativo al juego, cabe destacar el infortunio que el conjunto blanco está teniendo con las lesiones. También las dificultades que plantea el calendario. Hay brotes verdes y minutos muy buenos del equipo, pero sin duda debe haber más constancia en el gobierno y la resolución de los partidos.
Pero por otro lado, Ancelotti debe definir cuál es el plan para esta temporada. Mantener la ambición de la plantilla no es sencillo, sin embargo los mensajes del entrenador y sus decisiones son las que lo alimentan. No vamos a descubrir ahora al técnico italiano, un experto en dirigir vestuarios plagados de estrellas mundiales y un ganador por definición. El crédito de Ancelotti no es infinito, pero sí que tiene unos resultados que le respaldan. Sin ir más lejos, su récord de imbatibilidad que aún defiende.
No obstante, es necesaria la autocritica en el efecto que las sustituciones han tenido en el rendimiento del equipo en los últimos partidos. También en el rol que se otorga a los jóvenes, seguir mimándoles y que cuenten con oportunidades de verdad.
Estás son cuestiones de entrenador y staff técnico, difíciles de valorar por parte de la afición sin los datos que se manejan por el grupo profesional que dirige a la plantilla día a día. Sin embargo, el runrún ya está en el ambiente y seguro que tendrá nuevos capítulos.
Sentenciar a Ancelotti por cometer errores parece demasiado osado, incluso desagradecido. Crítica sí, pero con mesura. La historia más reciente le da la razón permanentemente y se ha ganado un respeto innegociable.
Sin embargo, el Real Madrid solo entiende de victorias. Bien lo sabe el bueno de Ancelotti. Estos son los pecados que señala el madridismo, veremos si hay solución para ellos.