Real Madrid 81-70 ASVEL Villeurbanne | El primer cuarto salva al Madrid de la quema

REAL MADRID
El Real Madrid de Chus Mateo se llevó un partido que dejó sensaciones dispares
El primer cuarto fueron probablemente los mejores minutos de la temporada con un Edy Tavares en modo superhumano. Sin embargo, esa llama se apagó a medida que avanzaba el choque para volver a destapar al Real Madrid gris que sufre para sacar victorias adelante. De hecho los blancos perdieron los tres cuartos siguientes a pesar de que acabaron ganando por dobles dígitos.
En cuanto a nombres, la gran noticia es la explosión ofensiva de Edy (23 puntos, 28 val), algo que necesitaba el Madrid como agua de mayo pero de lo que no pudo sacar provecho de manera continua. Musa tuvo varios minutos de gran nivel volviendo de sus molestias de tobillo pero no jugó en el último cuarto. Hezonja fue clave en el tramo final y Llull se hidrató de la fuente de la eterna juventud una vez más para llenar de cítricos el Palacio. Ahora al Madrid le espera una semana de infarto, con choque liguero ante Unicaja antes de afrontar una crucial doble jornada europea.
Tavares fue el amo y señor de la pintura
Como un auténtico monólogo, el partido arrancó con un sólo equipo en pista. El Madrid se hizo gigante en los primeros minutos, de forma literal además porque Edy Tavares se dio un auténtico festín. Probablemente los minutos más dominadores del caboverdiano en lo que va de curso, 14 puntos, 3 rebotes y un tapón para comer la moral de Asvel por completo. El equipo se vino arriba, veían el aro como una bañera, se adueñaron del rebote ofensivo y mordieron en defensa (8 pérdidas de Asvel). Llull con una mandarina sobre la bocina puso la guinda a un cuarto prácticamente perfecto. 32-10, el Palacio silencioso a pesar del rendimiento de su equipo y Poupet enfurecido.
Asvel hizo acto de presencia, Théo Maledon se adueñó del ataque francés con buen criterio para meter a los suyos en el partido. Es llamativo cómo el Real Madrid pudo dar dos caras en la misma primera parte, de que todo funcione en el primer cuarto a los errores garrafales del segundo. El regreso a pista de Tavares aportó al Madrid confianza, un seguro de vida que aportó fluidez al ataque distribuyendo el juego desde el poste y ofreciendo una alternativa de garantías metiendo balones a la pintura. Esa fue la razón por la que el Madrid se iba a vestuarios con una buena ventaja a pesar de perder el cuarto, 52-34.
Se salvaron los muebles
La reanudación del juego trajo un partido parejo, con el Madrid algo relajado por la distancia en el electrónico. Emergió la figura de Dzanan Musa cogiendo el testigo ofensivo que dejaba Facu con su tercera personal. El conjunto de Chus Mateo volvió a ceder un cuarto, en esta ocasión por la mínima pero dejando señales preocupantes. El equipo se sentía con un colchón holgado y la realidad es que en la segunda mitad del tercer cuarto ocurrió poco sobre la cancha. Aunque Paris Lee tuvo buenas acciones, los franceses notaban la ausencia de Maledon. El choque se marchaba a los últimos diez minutos con 68-53.
La sensación pesimista se trasladó al último cuarto con un apagón en la creatividad ofensiva de los blancos. Campazzo no tuvo el día y vio desde el banco como Feliz orquestaba sin mucho éxito los ataques del Madrid. Maledon siguió su show personal, anotando su punto número 25 que de paso rompía la barrera psicológica de los 10 puntos y dejaba a los suyos a ocho. Chus apostaba por el small ball de Hezonja al 4 y el propio croata acompañado de la muñeca de Llull fueron los encargados de restaurar la tranquilidad en el feudo madridista. Victoria una vez más sin un brillo excesivo en líneas generales pero que vale para seguir sumando en una recta final donde no hay margen de error. Marcador final de 81-70.