RB Salzburg 0-3 Real Madrid | La máquina se engrasa

Francois Nel/Getty Images
El Real Madrid de Xabi Alonso, que se encuentra en dinámica alcista, firma un choque serio y portentoso
La filosofía de Xabi Alonso se va notando poco a poco en el Real Madrid. Los capitalinos, ante el RB Salzburg, eludieron algunas de las malas costumbres que les acompañaban y cosecharon el billete para octavos de final. La Juventus, su próximo escollo. El caso es que Vinicius brilló con luz propia, Bellingham encandiló y Gonzalo, en los postres, se adjudicó otra diana para un elenco merengue que quitó el pie del acelerador durante el segundo acto.
Tercer compromiso del Mundial de Clubes. Y un único reto serigrafiado en la camiseta del Real Madrid: los tres puntos. El acicate, el liderato de grupo. Que no es moco de pavo. En la alineación, Xabi Alonso siguió por el mismo cauce apostando de nuevo por el canterano Gonzalo en la punta del ataque. Además, en la retaguardia hubo un cambio de cromos obligado. Rüdiger, operado a finales de abril, volvía al once en detrimento de Asencio, expulsado ante Pachuca a razón de un fallo pueril. El resto, lo esperado en la previa del encuentro (Rodrygo, una vez más, ausente).
En cuestión de segundos, el personal pudo patentar un dibujo llamativo y boyante en la defensa del técnico tolosarra. Y es que, Rüdiger, Huijsen y Rüdiger formaron una línea de tres más que llamativa. El cuadro blanco, sin sestear, tomó pronto el timón y campó a sus anchas sobre el terreno de juego contrincante. Aseados con posesión y actitud corajuda, la primera ocasión que se apuntó el Madrid acaeció por medio del ‘Loco’ alemán, que remató con la testa un centro cálido de Trent.
Pero, sobre todo, se erigía por encima del resto Jude Bellingham. Por sus botas pasaba un flujo importante de balones comprometidos para la zaga austriaca. Justo en el ecuador, un pase centelleante del ‘5’ madridista dejó la autopista libre a Vinicius. Sin embargo, el The Best, vis a vis con el guardameta, chutó al muñeco. Ante el asedio, al Salzburg solo le quedó la opción de achicar agua y lanzar estampidas. Así podía darse un respiro necesario. Una bocanada de aire fresco.
Vinicius, en modo apisonadora
Con el paso de los minutos, el equipo de las 15 Copas de Europa fue perdiendo bastante burbuja. Por ende, Courtois registró cierto temblor en el área. Nene probó fortuna en el preludio de una oportunidad clarividente de un Baidoo al que se le bajó la persiana a escasos metros de la portería. El fútbol, que rompe moldes sin avisar, agitó la atmósfera.
Así pues, Vini Jr edificó el 0-1 en el marcador en un contragolpe descomunal. Despachó a un par de centrales y, en última instancia, efectuó un chut violento y raso al fondo de las mallas. Eso sí, todo lo musicalizó Jude a través de un envío al espacio que zarandeó a los pupilos de Thomas Letsch.
Alentados por el gol, los capitalinos mantuvieron la mira puesta sobre la jaula del RB Salzburg. Querían allanar definitivamente el camino a fin de declinar sobresaltos inesperados. Por ello, Vinicius, estilete primordial hasta el momento, sacó el traje de mago. Y emuló a Guti, asistiendo así a Valverde con un taconazo. El internacional con Uruguay, proyectado en el ataque, mandó el esférico entre los tres palos. Con lo que el descanso entró en escena con una ventaja halagüeña en clave madridista.
El Real Madrid dormita
Se cumplió una máxima tras el pitido inicial de la segunda mitad. Thibaut, a disparo de Daghim (recién ingresado en el pasto), sacó una mano imperial. Y a renglón seguido, otro acercamiento por lado rival. Esta vez, la situación de peligro terminó con un disparo muy desviado. No era casualidad. El Madrid dormitaba, así que se postulaba clave mover el árbol. Xabi, que entendió a la perfección la coyuntura, sacó del banquillo de una tacada a Jacobo Ramón, Rodrygo y Luka Modric. Este último, como viene siendo tendencia, recibió una ovación a la altura de su leyenda. En Estados Unidos -y cada rincón del planeta- es muy querido.
Antes de añadir piernas frescas, Nene, toda una mosca detrás de la oreja en banda derecha, se quedó con el caramelo en los labios, toda vez que Bellingham despejó su volea sobre la línea de puerta. Asimismo, el ex del Borussia Dortmund seguía enfocado en hacer más jirones a la defensa del conjunto de las bebidas energéticas. Llevaba mucho tiempo amedrentado, en cambio, el torneo mundialista le ha aupado. Eso sí, pasará por el quirófano en breve para sanar sus molestias de hombro.
Gonzalo pone el broche de oro

Con todo visto para sentencia, el preparador blanco dio entrada a Ceballos y Brahim. Aunque el foco apuntó al joven Gonzalo. Curtido en La Fábrica y catapultado en cuestión de semanas, el ‘killer’ del Madrid selló el tercero de la noche. Y lo hizo con una calidad sobrenatural. Vaselina y la buchaca. Ya suma tres tantos con la camiseta del primer equipo, y tiene mucha hambre. No cambió el resultado en los minutos postreros.
Ficha técnica
XI del RB Salzburg: Zawieschitzky; Lainer, Gadou, Rasmussen, Kratzig; Nene, Diambou (Kjaergaard, 45′), Diabate (Vertessen, 72′), Gloukh; Edmund Baidoo y Ratkov (Daghim, 45′).
XI del Real Madrid: Courtois; Trent, Rüdiger (Jacobo Ramón, 66′), Huijsen, Fran García; Tchouaméni, Valverde (Ceballos, 73′), Bellingham (Brahim, 80′); Güler (Rodrygo, 73′), Vinicius (Modric, 66′) y Gonzalo.
Goles: Vinicius (40′), Valverde (48′) y Gonzalo (84′).