
Florencia Tan Jun/Getty Images
El conjunto blanco recibe al equipo Che en el Santiago Bernabéu con el objetivo de consolidar su liderato y mantener la inercia ganadora en la onceava jornada de LaLiga EA Sports
El Real Madrid vuelve al Santiago Bernabéu con el pulso competitivo en su punto más alto. Tras vencer al FC Barcelona, los de Xabi Alonso afrontan ahora un duelo exigente frente al Valencia, un rival que nunca se entrega y que acostumbra a plantear partidos incómodos y polémicos. El calendario no da tregua.
El objetivo en Chamartín es claro: mantener la dinámica ganadora. La victoria en El Clásico reforzó confianza y tono competitivo, pero el cuerpo técnico sabe que ante el Valencia será necesaria una versión también dominante, sólida en campo propio y con precisión en los metros finales. Los antecedentes no son muy positivos. Con una victoria en la noche de hoy, los blancos dejan una papeleta difícil sobre el tejado de la plantilla de Hansi Flick, que se colocaría temporalmente a ocho puntos de la cima de la competición.

El Real Madrid despidió la pasada temporada diciendo prácticamente adiós a LaLiga precisamente ante el Valencia. Aquella derrota por 1-2 en el Bernabéu, con un gol de Hugo Duro en el minuto 96, supuso un mazazo devastador. No solo por la forma en la que se produjo —tras un partido dominado en fases y perdido en los instantes finales—, sino porque fue el golpe definitivo a las opciones del equipo de pelear por el título. La imagen del vestuario al término de aquel encuentro reflejaba la frustración de un grupo que se sintió fuera de la lucha demasiado pronto.
El recuerdo de esa noche sigue vivo. El Bernabéu, que pocas veces perdona, espera un desquite. Para el cuerpo técnico y los jugadores, este duelo tiene un componente emocional evidente: no es un partido más, sino una oportunidad para borrar una de las páginas más amargas del último curso. La exigencia será máxima desde el primer minuto, porque en Chamartín saben bien que el Valencia es uno de esos rivales que no necesita dominar para golpear.
El conjunto de Rubén Baraja llega a Madrid con la urgencia como bandera. Son ya cinco jornadas consecutivas sin conocer la victoria en LaLiga, una racha que ha frenado su gran arranque de temporada y los ha desplazado a la zona media de la tabla. Las lesiones, la irregularidad y la falta de gol han erosionado la confianza de un equipo que, pese a todo, mantiene su carácter competitivo intacto.
Baraja ha preparado un planteamiento pragmático: orden, intensidad y transiciones rápidas. Sabe que resistir en el Bernabéu ya es un reto, pero también que los grandes escenarios pueden reactivar al grupo. En el Real Madrid no subestiman el contexto: los partidos ante rivales con necesidad suelen ser los más traicioneros. Si el Valencia encuentra espacios y logra que el duelo se ensucie, puede generar problemas.

El entrenador tolosarra atendió a los medios de comunicación en la previa del partido ante el Valencia. Estas fueron sus declaraciones más destacadas:
Posible castigo a Vinicius: «Está zanjado y mañana tenemos el partido que es lo más importante».
Lesión de Carvajal: «Fue la peor noticia del lunes. Jugó, compitió… Lo echaremos de menos seguro. No sé si volverá en unas 6 u 8 semanas».
Endrick: «Me gustaría que hubiese tenido minutos. Los escenarios no han sido los idóneos. Se tiene que dar el momento».
Rotaciones pensando en Liverpool: «Puede ser que haya, pero no pensando en el Liverpool, sino pensando en mañana. Esto es una maratón. Vamos en buen ritmo pero no podemos relajarnos. Corberán es un entrenador que prepara bien a sus equipos».