REAL MADRID
El nuevo Real Madrid Baloncesto de Sergio Scariolo comienza su andadura como local en el Movistar Arena tras caer derrotados ante la Virtus Bolonia el pasado martes en la jornada inicial de la competición continental.
Está más que claro que el conjunto madridista no ha comenzado de la mejor manera. Tras ganar muy ajustado a Tenerife en la semifinal de la Supercopa y caer en la final el pasado domingo ante un buen Valencia Basket, el partido del martes ante la Virtus de Bolonia podría parecer una buena piedra de toque para el nuevo proyecto. El conjunto español cuajó un buen primer cuarto, con buenos tiros en ataque y una gran defensa. Pero poco tardó el equipo en deshacerse, teniendo un pésimo acierto en el tiro de tres (3 de 23). Esto llevó a la primera derrota de la Euroliga.
Y ahora toca un hueso duro de roer: la visita de uno de los favoritos a llevarse el título para mayo, el Olympiacos. Tras vencer a Baskonia en un partido ajustado el martes, el equipo griego se presenta en Madrid con ganas de llevarse una doble victoria de su visita a España. Por parte del Real Madrid, será interesante conocer los descartes de Scariolo, pues en Bolonia no se vistió Procida por molestias y se quedaron en Madrid Maledon y Almansa, también en no el mejor estado físico.
Las declaraciones del técnico italiano fueron bastante claras a la hora de «justificar» la derrota en su tierra. «La forma física y la condición de los jugadores, especialmente algunos que han estado fuera varias semanas e incluso meses durante el verano, es poco sólida. Tenemos que aceptarlo, es un proceso largo y no se trata de estar bien en septiembre, octubre o noviembre, sino que es más algo a medio y largo plazo».
Además, añadió que «tenemos que seguir trabajando y al mismo tiempo competir. No tengo nada que reprochar al esfuerzo de los jugadores. Tenemos que levantar la cabeza porque en 48 horas tenemos otro partido».
Y eso buscará el conjunto blanco, levantar la cabeza y mejorar en todos los aspectos de su juego para tratar de ganar en un partido que siempre gusta ver en el calendario baloncestístico europeo.