El año 2019 ha sido el año del resurgimiento cual ave Fénix de Anthony Randolph, Toñejo para los mas asiduos al Real Madrid de Basket. Después de que en las finales de la Liga ACB de la temporada 17/18, incluso se llegara a quedar sin jugar en algún partido, y que durante el verano su futuro estuviera en el aire, Laso apostó por su continuidad y consiguió recuperar al americano-esloveno hasta conseguir que el bueno de Randolph de el nivel real de lo que es, el mejor cuatro que actualmente milita en el baloncesto europeo.
En este 2019 se ha proclamado campeón de Liga y Supercopa ACB con el club de Concha Espina, además de haber alcanzado una nueva Final Four, aunque esta vez el poderío ruso hizo que los blancos sucumbieran en semifinales. Pero además de los títulos de club, como indicábamos anteriormente, este ha sido el año mas completo del ala pívot americano con la camiseta blanca.
Con un equipo que se ha convertido mas en una familia que en un club, y con pocos cambios entre temporadas, Randolph consiguió recuperar la confianza de Laso haciendo lo que mejor sabe hacer, anotar puntos en fases claves de los partidos. Su historia de “amor” con los primeros periodos, sobre todo en Euroliga, es ya casi mítica, rompiendo en muchas ocasiones los encuentros con un primer cuarto sin apenas fallo en sus tiros. Raro es el encuentro que no comienza con un primer tiro, y casi siempre, anotación, del espigado cuatro, que ha conseguido mejorar prácticamente en todos los apartados estadísticos en los que miremos.
Así, en liga ACB, sus 10 puntos por partido, con un 43,5% en lanzamientos desde el perímetro y un 53,2% en tiros de 2, 3.8 rebotes por partido, 10.2 de valoración, atestiguan este avance. Pero ya si nos vamos a Euroliga, sus números mejoran aún más: 12.7 puntos por partido, 44.63% en tiros de 3, 53.23% en tiros de dos, 4.29 rebotes por partido y casi 14 de valoración por partido denotan la calidad del jugador del que estamos hablando.
Precisamente, en esta mejora de sus números y en sus apariciones estelares en los primeros cuartos es donde se puede ver el cambio de mentalidad de Randolph. Sabe que es una pieza vital para el equipo, e intenta pedir el balón y ayudar en todo lo posible. Además, ha tenido la fortuna de que le han respetado las lesiones hasta bien entrada ya esta temporada 19/20, aunque siempre le vemos jugar con un aparatoso vendaje en el hombro, ya que quizás ese es su punto débil. En aquella temporada aciaga, estaba siendo de los mejores del equipo, hasta que una lesión en el hombro y después una rotura por stress hizo que prácticamente desapareciera.
Randolph con la moral por las nubes es un jugador imparable, determinante, digno de la NBA, capaz de subirte el balón como si de un base se tratara, e incluso ha aprendido a sonreír, que más le podemos pedir.
Por lo tanto, Randolph debería ganar el premio a mejor jugador de la temporada por tres razones:
La defensa de @jmburdalo