El lateral derecho del Real Madrid fue considerado, durante muchos años, «el punto débil» del equipo. Pasaron numerosos jugadores por esa posición, incluso algunos que, originalmente, se desempeñaban en otras facetas del terreno, como Michael Essien, una de las peticiones de Mourinho durante sus años en el banquillo blanco. Con Álvaro Arbeloa, uno de los líderes del madridismo por aquellos años, defensivamente se consolidó esa banda, aunque aún quedaba por ver cómo se podía mejorar en ataque. Hasta que llegó un canterano, oriundo de Leganés y que venía de estar cedido en el Bayer Leverkusen, Daniel Carvajal, quien fue y aún parece ser indiscutible en su puesto.
Con este nominado al Premio Butragueño, el club utilizó la misma fórmula que con Carvajal: una cesión a un club de la élite europea, aunque un escalafón por debajo del Madrid, paraasegurarle minutos, continuidad, roce, competencia y fogueo en una liga como la teutona.
Hablamos de Achraf Hakimi, quien ya había tenido la oportunidad de debutar con el primer equipo en el Bernabéu y llegó a disputar hasta 757 minutos en Primera, más dos partidos completos en Champions.
El club parecía querer que Achraf se afianzase y ganara confianza siendo titular en un club importante, como lo es el Borussia Dortmund, segundo principal equipo en la actualidad de la Bundesliga, luego del Bayern Múnich.
Y Hakimi lo hizo. Su titularidad es indiscutible más allá de alguna que otra rotación en la alineación. Aunque aún vulnerable en defensa, su aporte ofensivo habla por sí solo: el lateral acumula cuatro goles en los seis partidos de fase de grupos de la Liga de Campeones; un gol más que Suárez, Dybala o Werner, referentes ofensivos del Barcelona, Juventus y Leipzig, respectivamente. El cuarteto de goles ha sido producto de sendos dobletes ante el Slavia de Praga y ante el Inter de Milán, partidos que terminaron en victoria para los germanos por 0-2 y 3-2, respectivamente. Sin esas anotaciones, el BVB muy probablemente no estaría en los octavos de final de este torneo. Además, el hispano-marroquí tiene, hasta ahora, un 84% de precisión en sus pases.
Si hablamos más hacia el ámbito doméstico, vale decir que Hakimi lleva tres temporadas seguidas anotando al menos dos goles en la competición local. Lo hizo hace dos años en LaLiga, en poco menos de 800 minutos, hizo lo propio la temporada pasada ya en Dortmund tras disputar 1740 minutos y, esta campaña, también vistiendo de amarillo y tras 1530 minutos. La consolidación de Achraf puede reflejarse también en la cantidad de minutos disputados: está a 210 minutos de romper su récord, que lo estableció en la 2018-2019, cuando disputó
21 partidos, 19 de ellos como titular. Esta temporada ya suma también 19 partidos, de los cuales 16 son en calidad de titular. A sus apenas 21 años de edad, Achraf se ha consolidado en un equipo de la élite europea ya marcando diferencia, como en los dos partidos de Champions mencionados anteriormente.
Tomando en cuenta esto, vale decir que hay varias razones por las cuales el canterano puede ser considerado el mejor jugador joven de la plantilla:
La defensa de @Elportuguej