Pepe | El central que cambió la tendencia

Pepe | El central que cambió la tendencia

Los aficionados más jovencitos del Real Madrid (o millenials, como quieran llamarlos) han crecido viendo grandes centrales, ya sea en el equipo titular o como recambios desde el banquillo. Sin embargo a inicios de siglo la situación no era ni remotamente parecida entre fichajes decepcionantes, canteranos que no cuajaban y experimentos con gasesosa. El Madrid acumulaba talento ofensivo pero su centro de la defensa daba auténtico pavor…hasta que llegó él. No es otro que Pepe, el central que cambió una traumática tendencia en el puesto de central.

Cuando se produjo la marcha de Fernando Hierro en el año 2003, el Real Madrid inició una búsqueda de centrales durante varias temporadas. Si ya en los años anteriores el equipo había tenido problemas en dicha demarcación, la ausencia de un jugador del liderazgo de Hierro ponía la situación aún peor. Era el llamado Madrid de «Los Galácticos»: Beckham, Figo, Roberto Carlos, Zidane, Raúl, Ronaldo…pero ni un solo central de élite. El objetivo fue Milito, pero no pasó el reconocimiento médico. Otro compatriota suyo, Ayala, estuvo muy cerca, pero el Valencia no cedió y el Madrid se quedó con los siguientes centrales: Pavón, Raúl Bravo, Mejía, Rubén y un Iván Helguera que realmente era mediocentro, pero se reconvirtió unos años antes. El resultado, como ustedes imaginarán, fue un desastre, con más de 50 goles encajados solo en liga.

Al año siguiente si se ficharon dos centrales: Walter Samuel y Jonathan Woodgate. El primero apenas duró una temporada y el segundo no llegó ni a debutar en su primera temporada. El inglés al menos se mantendría un año más, pero el resultado fue igualmente desastroso, con muchísimas lesiones a sus espaldas. Pero mereció la pena esperar: a la temporada siguiente llegaba Sergio Ramos. Pero no, Sergio no cambió la tendencia, porque salvo en sus inicios con Luxemburgo, su posición habitual fue la de lateral derecho, sobre todo a partir de su segunda temporada. Tampoco la cambió Cannavaro, que llegó como Balón de Oro pero no justificó ese nivel, ni mucho menos Metzelder, otro jugador con muchos problemas de lesiones. Parecía una maldición…hasta que llegó Pepe. Año 2007, y ahora sí que sí, un cambió de tendencia y seguramente en la historia reciente del club.

Pepe costó 30 millones, una burrada en aquellos años y más tratándose de un central que no estaba entre los mejores del mundo. Pedja Mijatovic no lo dudo, y tras no poder firmar a Chivu (pedía mucho salario y acabó en el Inter) se gastó esa importante cantidad de dinero en Pepe. Pocas veces un fichaje ha sido tan criticado y al mismo tiempo ha dado un rendimiento tan excelente desde el primer día. No hubo que esperar mucho para comprender que el brasileño nacionalizado portugués no era un jugador cualquiera: rápido, con personalidad, un aceptable desplazamiento de balón en largo, elegante al cruce y comprometido con el equipo. Ya su primera temporada fue increíble, y el cambio de tendencia se explica con números: de una media de +40 goles encajados a ser el equipo menos goleado de la liga. Esa defensa Ramos-Pepe-Cannavaro-Heinze funcionó a la perfección, pero fue el ex del Oporto el principal responsable. Para el recuerdo quedará su partido en el Camp Nou, uno de los mejores que se recuerdan de un jugador del Madrid en casa del eterno rival.

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Foto: JAVIER SORIANO/AFP via Getty Images

En su segunda temporada protagonizó el famoso episodio con Casquero, que le costó numerosas críticas y 10 partidos de sanción. Se iniciaba una campaña brutal contra uno de los mejores centrales del mundo. Se equivocó, faltaría más, pero el trato mediático desde entonces fue desmesurado. Si a eso le sumamos su grave lesión de la siguiente temporada, parecía que la maldición de los centrales del Real Madrid volvía a escena…pero no. Pepe regresó a primera línea con Mourinho, y engrandeció su leyenda. Y esta vez hasta de centrocampista. Pero lo principal es que en ese momento era el mejor central del mundo sin necesidad de que se lo reconocieran. Su final de Mestalla jugando en la medular, rematando un balón al poste, secando a Messi, celebrando el gol como lo que era y es, un madridista…inolvidable. Los titulares eran para otros y para él solo las críticas e insultos por su supuesta «violencia», pero la realidad decía otra cosa.

Aunque su mejor temporada fue sin duda la siguiente, 2011/2012. El Madrid arrasó, y a Pepe le vino fenomenal la presencia de Ramos a su lado tras muchos años como lateral. Ambos permitían al equipo de Mourinho jugar con la defensa muy adelantada, y el portugués realizó exhibición tras exhibición, dando una clase de como ganar duelos aéreos, imponerse en velocidad, llegar rápido al cruce…y aunque suene extraño, de como ser un central limpio. Pepe es uno de los centrales con mejores números en faltas/tarjetas de la historia reciente del Madrid. Sí, ese central marrullero y violento según algunos, apenas hacía faltas y recibía menos tarjetas que muchos delanteros de la liga. Pero ante todo, su nivel futbolístico era incuestionable. El Madrid juntó a los dos centrales del momento, y se podría decir que Pepe fue durante varios años el mejor central de Europa, al menos hasta su lesión en la siguiente temporada. Una lesión que le hizo perder el puesto unos meses ante la irrupción de Varane, lo que unido a su mal partido en Dortmund y el deterioro de su relación con Mourinho, hacían pensar que su periplo en el club se había acabado, pero nada más lejos de la realidad.

A Pepe le quedaban aún cosas por demostrar, y lo hizo con Carlo Ancelotti e incluso Zinedine Zidane. Nuevamente exhibición en otra final de Copa ganada al Barcelona (esta vez como central), una eliminatoria ante el Bayern en la que Ramos marcó los goles pero el portugués dio una clase de como defender todo tipo de ataques rivales y una final de Champions en la que no pudo participar por lesión. Se tomaría la revancha dos años después, con su mítica imagen tirado en el suelo llorando en la tanda de penaltis. O lo que es lo mismo, madridismo puro. No era la primera ni la última vez que Pepe daba muestras de su amor por el escudo, otro de los aspectos importantes de su periplo madridista. Esa temporada la culminó con la Eurocopa, en la que fue elegido como mejor central de la misma. Año 2016, 9 después de su fichaje por el Madrid, y los 9 años en la élite de los mejores centrales del mundo. ¿Recuerdan un fichaje que en calidad/precio fuera más rentable? A mí no me salen muchos.

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Foto: Denis Doyle/Getty Images

En su última temporada las lesiones y el lío de su (no) renovación le dejaron con poco protagonismo, pero es uno de esos jugadores que ha dejado huella. Primero por su nivel, a la altura de los mejores; segundo por su palmarés, incuestionable; y tercero, pero lo más importante, por lo que supuso su fichaje en el año 2007. Demasiados años fichando centrales sin nivel o lesionados, e incluso centrales con nivel que luego no cuajaban. Pepe cambió una peligrosa tendencia, y sin su incorporación hubiera sido muy difícil entender la historia reciente del club. 3 Ligas, 3 Champions y 2 Copas del Rey ganó con la camiseta del Real Madrid, y dejando la sensación de que podría haber estado algún año más vistiendo al camiseta del club blanco.

En conclusión, Pepe ha sido un jugador muy infravalorado en su trayectoria. Siempre soportando insultos injustificados, juicios de valor que no recibieron otros futbolistas y sin ser considerado al nivel defensivo de otros centrales como Ramos o Piqué, pero demostrándolo en el día a día y siendo un profesional intachable. Pero sobre todo, un central legendario. Pocos jugadores me han impactado tanto en esa posición, y sobre todo, pocos han supuesto una influencia mayor en una posición tan delicada. Los que crecimos con muy malos centrales sabemos perfectamente lo que supuso.

Colaborador de #MadridistaReal. Cubre la actualidad del Real Madrid Castilla.

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