Pantalla Blanca | Snif. Diccionario quejoso
Si hay algo rico en este mundo, a parte del jamón de jabugo, es el idioma culerado para quejarse. Tiene tantos matices que es un propio idioma en el que los que lo dominan se pueden comunicar utilizando solamente sus términos absolutamente para todo. Y se entienden perfectamente. Es tal la variedad de acepciones, de implicaciones distintas según el tiempo, el lugar, el viento o el césped, que da auténtica envidia. Es algo parecido, aunque con las obvias diferencias, a lo del silbo gomero, pero con quejidos.
Aunque hacer una compilación o diccionario completo de todo ello sería un trabajo académico para el que no hay lugar en nuestra apreciada web, sí puedo tomar a modo de ejemplo un pequeño esbozo alfabético con el que maravillarnos ante esta riqueza lingüística que no por sabida está del todo asimilada. Una concisa explicación para comprender bien distintos términos. Vamos allá…
Admonición: Cuando se ven obligados a jugar con canteranos porque son gente de principios y valores insobornables y, en cambio, otros no hacen más que usar la cartera para fichar mercenarios. Son un club cotidiano, casero, que si acepta extranjeros y estrellas es porque son acogedores y atienden a sus súplicas de refugio, se llame Ibrahimovic, Coutinho, Dembélé o Neymar. Jugadores que, en realidad, vienen por precios irrisorios a Can Barça. El que más, unos 17 millones… Justo lamento ante tanta cultura del chollo y el pelotazo…
Berrinche/Berrear: Cuando te fichan a tu capitán y jugador estrella y no te queda más remedio que tirarle cochinillos cuando encima le da por volver allí, provocando, a jugar como rival. Eso sí que es una infamia y no fichar a Braithwaite o Rivaldo a equipos tan sobrados como el Leganés o el Deportivo cuando se cierra el plazo…
Clamar: Cuando tienes que ceder a tus jugadores a la Selección teniendo que jugarte la Supercopa Española… Son cosas que claman al cielo. ¿Dónde se ha visto tal cosa? Los pobres muchachos… Menos mal que se lesionaron a tiempo de marcharse y se recuperaron en tiempo récord para jugar contra el Español, que encima quería impugnar su alineación por una ley injusta que los impediría jugar hasta cinco días después de los partidos internacionales que se perdieron por lesión…
Demandar: Cuando fichan a una estrella como Neymar por 17 millones, y porque te lo suplica, como explicamos anteriormente (o te los paga, es difícil acordarse de estos matices), pero él no hace más que demandarte y marcharse… Los culés, incapaces de rencor alguno, intentan recuperarlo todos los años, pero a un club tan humilde como este le está costando reunir otros 17 millones… o le está costando reunirlos a Neymar… Ya dirán los gestores económicos…
Enfadar/Enojar: Cuando les ponen horarios que no les gustan y van en contra de sus costumbres o impiden que alineen a los que quieren, obligándolos a ir deprisa y corriendo a todos lados, como aquel año, en 2010, a Pamplona, o aquel otro en 2003, contra el Sevilla… Menudos son cuando se enfadan.
Fastidio: Cuando los rivales se encierra y se ponen a defender como si no hubiera un mañana, metiendo la pierna y haciendo antifútbol. Es un insulto al fútbol de verdad, un fastidio para todo amante de este deporte que inventaron ellos hace unos pocos años, limitándose a proteger la portería e intentar pillarlos desprevenidos. Esto dificulta mucho el marcar…
Gimoteo: Cuando el césped está a una altura en la que apenas se distingue por encima de las cabezas. Un intangible que perjudica al único equipo que quiere proponer y jugar de verdad… A veces… Es una indecencia sobre la que han hecho barbaridades, como aquel día en el que lo hicieron crecer en el segundo tiempo, en Pamplona, como bien explicó su lateral Martín Montoya, que se lamentaba de dicho crecimiento en el descanso, lo que impidió la merecida victoria.
Hastío: Cuando de repente a los árbitros, que antes no lo hacían, como Dios manda, les da por pitarles penaltis en contra y a expulsarles a jugadores. ¡Después de dos años manteniendo virgen su área, lo mancillan de esta forma! Sin previo aviso, sin tacto alguno… Competir así es agotador…
Irritación/Indignación: Cuando al Real Madrid le pitan de vez en cuando algún penalti o expulsan a algunos de sus rivales. ¡Y con excusas absurdas como que esas decisiones arbitrales son justas y contrastadas por el VAR! ¿Cómo van a competir así? Heroicamente sólo cabía sobreponerse provocando hasta 19 penaltis en una misma temporada y marcando 11 goles en fuera de juego. Por algo son más que un club…
Joroba: Muy jorobados quedan cuando ven a un señor como Florentino y su cultura del pelotazo triunfando por España y el extranjero mientras los presidentes culés son imputados y/o encarcelados sin solución de continuidad…
Lloro/Llanto: Cuando otros ganan de esa forma obscena, dando pocos toques al balón, sin usar el tiqui-taca, jugando a la contra, sin proponer, sin tener la posesión…
Mendigar/Mosquear: Cuando tienen que jugar con mucho sacrificio la Champions a partido único, como el resto, y varias semanas después de terminar la Liga…
Ninguneo: Cuando no valoran sus méritos por el mero hecho de que sean otros los que ganen unas Champions o unas Ligas. Todo el mundo sabe que lo importante es el juego, al menos el juego culé cuando pierden. Por eso, como decía José Luis Núñez, son los eternos campeones morales.
Ofendido: Cuando un árbitro te perjudica en un partido, uno de los dos que te pitó en tu historia, pero lo sigues recordando 50 años después como si hubiera sido un agravio sistemático. Porque la memoria es importante…
Pataleta/Pelotera/Pucheros/Pique (que no Piqué, o también): Cuando juegan sin utilizar canteranos, fichando estrellas como si fueran, qué sé yo, Maradona, Cruyff, Ibrahimovic, Dembélé, Neymar, Luis Suárez o Coutinho.
Queja: Cuando ves la permisividad ante jugadores como Casemiro o Sergio Ramos, que tan sólo es el jugador más expulsado de la Liga. Queja lógica en un equipo que lleva mucho tiempo educando a sus pequeños de la Masía y a sus fichajes para que no engañen ni hagan entradas feas, que tan buenos resultados les ha dado con edificantes ejemplos como Busquets, Jordi Alba, Dani Álves o Marcherano, que se fue de aquí sin que le pitaran un solo penalti, aunque él lo intentó con todas sus fuerzas. O Luis Suárez, que más allá de alguna coz o mordisco, ha logrado que su juego sea vigoroso, competitivo y muy limpio, de ahí el beneplácito arbitral que considera pecado expulsarlo.
Rabieta/Resquemor: El viento, ese fenómeno madridista que ya sabemos hacia donde tira siempre, perjudicando sin excepción a los “azulgrana”. Que van para el este, el viento va hacia el oeste; que van para el sur, el viento va hacia el norte… Así no se puede jugar ni ir a la playa ni nada.
Sollozo: Cuando se ven obligados a despedir a un entrenador que gana la Liga por no ganar la Champions que ganó el Madrid… aunque lo importante es la Liga. Parece un trabalenguas, por eso que se resume en este bonito término.
Tirantez: Cuando introducen una nueva regla de marcado carácter antibarcelonista como son las pausas para la hidratación, que hidratan mucho más al rival, les dan descanso y les corta el ritmo a ellos. Moderneces que no hacen más que beneficiar a los demás para sufrimiento culé. A ellos el agua no termina de hidratarles, ni el descanso de descansarles.
Ultraje: Por más reglas antibarcelonistas. Los cinco cambios, que son demasiados. Los rivales, que no hacen más que ser atletas y correr, encuentran así alivio al sosegado y madurado fútbol azulgrana, que va cociendo a fuego lento a su rival para rematarlo al final, pero, claro, si se permiten más cambios, los dichosos atletas aguatan mejor y eso complica las cosas…
Vagido/Victimismo: Cuando el Madrid gana muchas Champions, suceso que siempre acontece por culpa arbitral, árbitros de mucho menos nivel que los de la Liga en los últimos 20 años. Esto tiene salvedades, como cuando el Barcelona ha triunfado en Champions venciendo en heroicos encuentros al Chelsea, Milán o Arsenal (lo del PSG fue un coito interrumpido)… O cuando al Madrid le da por ganar alguna Liga, que entonces también es por culpa arbitral. Es un término con muchas aristas. Háganse cargo.
Yactura: Cuando el daño recibido te lleva al mosqueo y a tener que plantarte y no jugar una eliminatoria de Copa… Que una cosa es ser más que un club y otra consentir con todo…
Zollipo/Zaherimiento: Por supuesto, cuando el arbitraje o el VAR o lo que se tercie acierta haciendo justicia contra ellos o haciéndola en beneficio madridista. Con tamaña injusticia, ¿quién no se llevaría un tremendo sofocón, con sollozos e hipidos? No llevan bien ese tipo de leyes. Es una queja de última generación, pero de rápida propagación, alcanzando unos decibelios que infringen todas las leyes de contaminación acústica. Es un caso único en el mundo del fútbol, como recordaba Mourinho, en un movimiento creado por Pep Guardiola, pero recientemente seguido por muchos otros, sobre todo en los medios de des-comunicación. Espléndido ejemplo de esta riqueza léxica y de la creatividad culé.
Debo disculparme por la limitación en cuanto a las quejas reseñadas en este pequeño diccionario, sobre todo si las compramos con la abrumadora cantidad de llantos y quejas distintos de los que son capaces. Lo sé, lo sé, muchos pensaréis que faltan muchos ejemplos, esas quejas porque otros se quejen cuando les perjudican, esas otras cuando perjudican a los rivales pero creen que deberían perjudicarles más… Quejas que básicamente se reducen a la dichosa manía que tiene el Real Madrid de participar en las mismas competiciones que ellos y, encima, ganar, pero como expliqué al inicio, sólo pretende ser un pequeño ejemplo de tan polisémico idioma, el idioma culerado, que sirve para hacerse una idea de la creatividad y amplio vocabulario quejoso. También soy consciente de que dejo fuera los gestos (Piqué y sus famosas esposas cada dos días) ruidos, inflexiones vocales y guturales que amplían este curioso idioma, pero el artículo tiene unos límites.
Y es que todos sabemos que el idioma es cultura e identidad de pueblo, o de club. Ellos son buen ejemplo. Cultura de club, no excepciones. Pasa de Núñez a Gaspart, de Rosell a Laporta y Bartomeu, de Guardiola a Setién, que en un par de meses ha utilizado todos los comodines, así como a los propios futbolistas, ya sea Xavi, Piqué, Busquets o un canterano temporero…
Es algo indudable, el Barcelona “es més que un lloro”.
Texto: @MrSambo92
Foto Portada: LLUIS GENE/AFP via Getty Images