#OpiniónRMB | Un nuevo comienzo
El Madrid ya ha echado a andar. La pelota naranja deja atrás el verano y empieza lentamente a mostrarnos las plantillas de los equipos que se disputarán los títulos de la temporada 18/19. El Real Madrid de Pablo Laso, que ya llevaba alguna semana de entrenamientos, disputó este pasado fin de semana su primer partido de preparación, victoria en Burgos. Estos próximos viernes y sábado, otros dos partidos en el Torneo de la Costa del Sol para preparar la Supercopa de España de la semana siguiente.
El partido de Burgos sirvió para que los aficionados nos quitáramos esa necesidad de ver algo de basket después de tanto tiempo y para comprobar que el CB San Pablo Burgos ha venido para quedarse y ojalá esté mucho tiempo en la máxima categoría. Un pabellón muy particular en el que se disfruta del basket y que siempre presenta una magnífica entrada. Una afición que anima, apoya masivamente y da color al baloncesto. Una bendición para el basket español que ciudades como Burgos se afiancen en la ACB. Un club con el que el Madrid tiene buenas relaciones, este año Dino Radoncic cubre la marcha de Sebas Saiz a Tenerife, un cedido del Madrid por otro. Una asociación entre clubes que solo puede traer réditos para ambos.
El Madrid dejó alguna situación interesante. No podemos valorar demasiado lo que no dejó de ser un entrenamiento con público, con mucho público de hecho, pero sí pudimos ver en acción a las dos caras nuevas de este año, Gabriel Deck y Klemen Prepeljc, además de a Pablo Laso con esa barba a lo Gregg Popovich.
El argentino jugó de cuatro, algo significativo. Y lo hizo bien. Un chico inteligente, que sabe jugar, corta bien la zona para sacar muchos puntos fáciles, y dejó la sensación de hacer una pareja muy complementaria con Walter Tavares. Hay que seguir observándole, apenas pudimos verle asomar el tiro de media y larga distancia, pero se le vio mucho más involucrado en los sistemas del Madrid de lo que cabe esperar de un jugador recién aterrizado.
Por su parte el esloveno estuvo más intermitente. Sí pudimos apreciar que es mucho más que un tirador. Divide la zona y genera ventajas tras bote, algo que no nos habían contado. Prepeljc es una inversión a medio plazo. En un equipo que tiene el dos ocupado con Carroll y Causeur, ambos por encima de la treintena de años, o jugadores como Llull y Rudy Fernández que pueden jugar ahí sin bajar rendimiento, el fichaje del esloveno se entiende como una forma de retener a uno de los mejores escoltas de los próximos años, independientemente de que ahora su puesto esté bien cubierto.
En definitiva, dos chicos jóvenes que deben ir aprendiendo a jugar aquí, en ningún lado te explican cómo jugar en el Real Madrid, y crecer alrededor de un grupo fantástico y acostumbrado a ganar les permitirá una adaptación más sencilla. El Madrid ha decidido invertir a medio plazo en jugadores que pueden dar un rendimiento ahora mismo. Hoy serán rol, mañana quizá tengan que tirar del equipo.
Del resto de la plantilla, no pudimos ver a varios de ellos. Rudy, Felipe, Thomkins o Pantzar ni siquiera se vistieron, y Kuzmic sigue todavía su proceso de recuperación. De los que jugaron destacó Ayón, que ha venido muy fino, mucho más que el año anterior, y con la promesa de ese pasaporte español que parece no llegar nunca y que tan bien le vendría al Madrid. Y Anthony Randolph, que no sonrió pero estuvo bastante aseado. No vamos a pedir a AR que nos tire al suelo de la risa, no al menos en septiembre. Este muchacho es más importante de lo que parece. El margen de mejora está en él, un jugador ultradeterminante en Europa.
Sí pudimos comprobar que el basket europeo se está transformando muy rápido. No podemos saber hacia dónde vamos pero sí que adonde vamos no es donde estamos actualmente. Ni mucho menos. El Madrid presentó un roster absolutamente increíble. Nunca el club había tenido una plantilla tan larga y de tanto talento. El contexto actual obliga a los clubes a tener ese fondo de armario del que tirar para poder alternar la liga nacional con la Euroliga. Eso supone un incremento del gasto, y en basket eso significa también un aumento considerable de las pérdidas anuales. Si Euroliga y ACB no son capaces de generar un contexto favorable financieramente para los equipos, llegará un momento en el que el circo no pueda sostenerse. No habrá dinero para pagar a los leones, los tigres, la mujer barbuda y los funambulistas. Esto se mueve con dinero, y ese dinero no lo genera el baloncesto. Y eso es un problema porque si no hay dinero, entonces el circo debe cerrar o trasladarse.
Mientras ese problema se soluciona, y debería solucionarse lo antes posible, el circo sigue abierto porque el show debe continuar. Y los ojos se nos van ya a la Supercopa de España que se disputará en Santiago de Compostela el tercer fin de semana de septiembre. El nuevo y millonario Barça de Pesic, el Baskonia de Pedro Martínez y el anfitrión Obradoiro serán los rivales por el primer trofeo de la temporada. El Madrid, campeón de Europa y de ACB, es favorito. A nosotros nos gusta colgarnos ese cartel, no nos pesa porque lo llevamos de serie. Y esa presión es a la que deben acostumbrarse los jugadores que vienen de fuera. La primera clase magistral la tienen en Santiago. Toca ganar.
Texto: Israel Loranca
Foto: Realmadrid.com