#OpiniónRMB | La última estación
No hubo sorpresas, los dos mejores equipos de España jugarán la Final de la ACB a partir del miércoles. Baskonia, a pesar del sobresalto final, solventó su serie contra el Barça en el cuarto partido, en el que, a pesar de la ingente cantidad de balones perdidos y su nefasto último minuto antes de la prórroga, fue claramente superior a un voluntarioso pero muy poco brillante equipo azulgrana.
Los de Pedro Martínez siguen siendo un equipo solvente. Aprovecharon la escasa defensa exterior culé para coger ventaja a base de triples y manejaron el partido con cierta tranquilidad hasta los instantes finales. En ese momento, la falta de tensión primero y el encogimiento después dieron alas a los de Pesic, que, sin embargo, fueron incapaces de rematar en la prórroga el milagro con el que se habían encontrado durante el encuentro. Los baskonistas jugarán la serie final por primera vez desde 2010, año en el que barrieron (0-3) a un Barça que llegaba como claro favorito. Aviso a navegantes.
Y el Madrid, mientras tanto, descansando. Un arma de doble filo, como ya sabemos. En una temporada tan sobrecargada como es la de básquet (79 partidos llevan los madridistas), cualquier mínimo asueto sabe a gloria, pero también corta un poco el ritmo de competición. No obstante, el momento emocional y de juego de los de Laso invitan al optimismo. Desde el primer encuentro en el OAKA, aquel que pareció una debacle pero que ahora recordamos con cariño, el equipo ha firmado un casi inmaculado 15-1 (solo se perdió el intrascendente último partido de la liga regular contra Herbalife), que ha servido para ganar la Euroliga, certificar el primer puesto en la ACB y acceder a la Final sin conceder ni una sola derrota en los playoff. No está mal, no.
Tras la recuperación de Ayón y la vuelta de Thompkins, la rotación vuelve a estar casi al completo (con la única y consabida ausencia de Kuzmic). Con el mejor Rudy en tres años, con Carroll desatado, con Tavares destruyendo las zonas rivales y con Doncic mandando, el favoritismo del Campeón de Europa es incuestionable… pero Baskonia está lejos de ser un regalo. Son serios y tienen un buen arsenal de jugadores capaces de desequilibrar partidos.
El más peligroso, sin duda, es Shengelia, probablemente el mejor ala-pívot del continente. Elegido en los primeros quintetos tanto en España como en Europa, el georgiano ha alcanzado el punto de madurez perfecto, que sumado a su talento y a su físico diferencial, lo convierten en la mayor amenaza rival. No obstante, quizás Laso prefiera controlar a sus lugartenientes, aun a costa de que `Toko´ produzca con cierta facilidad. A fin de cuentas, su referencia es interior (aunque ataca, sobre todo, de fuera hacia dentro) pero el equipo tiene un carácter exterior muy marcado. Beaubois suele hacer daño al Madrid y tiene mucha capacidad para revolucionar encuentros -si entra en racha, es imparable-, Janning ha hecho una muy buena serie contra el Barçelona y Timma, si tiene el día, puede ser un problema por fuera. La irregularidad actual de los bases les puede restar opciones, pero son un conjunto al que no se puede menospreciar.
La temporada encara su recta final y lo hace de la manera más estimulante posible, con los dos equipos más potentes de España de este año frente a frente. Real Madrid y Baskonia, como en 2005, único precedente entre ambos en una Final y que pasó a la historia por el triple de Herreros y la descomunal remontada madridista en los últimos 48 segundos del quinto partido. Seguramente fue la serie final más igualada y espectacular de siempre. ¿Se repetirá la historia? El camino hacia el trigésimo cuarto título liguero llega a su última estación.
Texto: @GLP_87
Foto: AS