#OpiniónRMB | El Madrid saca músculo interior
Ayer fue un día de celebraciones en el WiZink Center. En la previa del encuentro contra el Iberostar Tenerife, la plantilla ofreció la Liga Endesa 17/18 y la Supercopa 18/19 y Rudy y Llull, por su parte, hicieron lo propio con los MVP logrados en ambas competiciones. Da la sensación de que los éxitos del Madrid se solapan en los últimos meses. Además, al final, Laso pudo celebrar su victoria liguera número 300 (251 con el Madrid), convirtiéndose así en el séptimo entrenador que alcanza esa cifra en la era ACB-Endesa. Llegarán muchas más, seguro.
El equipo tinerfeño no lo puso fácil, pero el Madrid, liderado por su potente juego interior, ganó con solvencia, cimentando el éxito en un dominio en el rebote que por momentos fue abrumador. En este sentido, destacó principalmente la contribución de Gustavo Ayón. El de Nayarit capturó 17 rechaces, mejor marca de un jugador del Real Madrid desde 2009; además, ocho los consiguió en ataque, solo dos menos que el récord histórico del equipo blanco en ACB (en manos de Sabonis). No estuvo demasiado acertado en el tiro, pero su capacidad para rebotear y asistir desesperó a los visitantes, que solo encontraron respuesta al mexicano con el `madridista´ Sebas Saiz. Buen partido del madrileño, que se erigió como el mejor de su equipo (10 puntos, segundo máximo anotador, y siete rebotes, líder indiscutible de Iberostar en esa faceta) y que día a día sigue haciendo méritos para, en un futuro cercano, incorporarse al equipo blanco. Más madera para un juego interior que cada vez es más fuerte.
Anthony Randolph: caso abierto
El `3´ del Real Madrid fue otro de los destacados. Su irrupción en el partido fue espectacular: 11 puntos en el primer cuarto que sirvieron para que el Madrid cogiera sus primeras ventajas importantes. Al final acabó como máximo anotador del encuentro con 13, aunque lo que más destacó Laso de su actuación fue la defensa que realizó sobre Abromaitis. «Ha sido, seguramente, su mejor partido defensivo en los dos años que lleva con nosotros» comentó el vitoriano ante los micrófonos de Movistar+ al finalizar el encuentro. Tras una temporada 17/18 complicada, donde las lesiones y las bajas formas le hicieron perder, paulatinamente, peso en el equipo (solo jugó siete minutos en toda la Final ACB contra Baskonia), en el inicio de esta se están viendo brotes verdes en el americano. A principios de verano, se habló mucho de que su etapa en la capital de España estaba terminada, pero ahora, tras su buen hacer en la Supercopa de Santiago y ayer, su futuro se vislumbra con optimismo -mesurado, eso sí-. Esperemos que le respeten las lesiones.
Por Felipe siguen sin pasar los años. El jugador más longevo de la historia del Madrid volvió a valorar más que a jugar (16 de valoración en 15 minutos), demostrando que con él siempre se puede contar. Y parece que también sucederá algo similar con Deck, que en cada partido deja mejores sensaciones. Laso viene reservándolo, al igual que a Prepelic, como factor desequilibrante en las segundas partes y él está respondiendo. Hace muchas cosas y casi todas bien. Su lectura del juego de ataque, su entendimiento con sus compañeros (a pesar de lo poco que lleva en el equipo) y su físico dominante le permitieron anotar canastas fáciles una vez más. También se impuso con brillantez en un 1vs1 y aportó energía defensiva en un momento en el que el partido estaba todavía muy abierto.
Por supuesto, también los exteriores tuvieron su cuota de protagonismo. Tras varios intentos de romper el partido, el Madrid se despegó en el marcador finalmente gracias a dos triples consecutivos de Llull al final del tercer cuarto, Campazzo mantiene su evolución y ya cada vez quedan menos bases mejores que él en el continente y Causeur y Taylor aportaron anotación y pegamento… pero fue el día de los interiores, y no es el primero. El Real Madrid es un equipo cada vez más equilibrado.
Texto: Gonzalo Lastra
Fotos: ACB