#OpiniónRMB | Coralidad y supervivencia
Una victoria. Eso es lo que le hace falta al Real Madrid para conseguir su trigésimo cuarto título liguero. La serie final está siendo tan dura como cabía esperar, con un Baskonia inmenso que, a buen seguro, mandaría con solvencia ante cualquier rival que no fuera el Madrid. Pero los de Laso son mucho equipo y en esta Final ACB están maximizando su dos principales virtudes: capacidad de supervivencia y `coralidad´.
Empecemos por el final, por esa `coralidad´ que mencionamos. Sin duda, el Real Madrid 2017/2018 es el equipo de Luka Doncic. El genio de Liubliana acumula todos los MVP posibles y brilla por encima de los demás, pero da la sensación de que la fortaleza de los blancos está, principalmente, en el colectivo. Causeur y Thompkins fueron los nombres propios de Belgrado. En los playoff ACB, sin embargo, el peso está recayendo sobre las espaldas de Carroll, Rudy y Tavares. Luka destaca, pero los demás lo acompañan. Esa diversidad «armamentística» hace posible que el equipo funcione bien sin necesidad de que Llull o Ayón estén cerca de su mejor nivel (o de que Randolph, desaparecido de la rotación, aporte su talento al conjunto). Un auténtico lujo.
Mención especial merece Jaycee. La producción del «20» está siendo inmejorable en esta postemporada: 114 puntos en tan solo 126 minutos -o, lo que es lo mismo, 14,25 puntos por partido en 15,75 minutos de media-. Imparable, no se puede hacer más en menos tiempo. «Está mejor que nunca» se puede leer, en referencia a él, con frecuencia en Twitter en los últimos tiempos… y es verdad, el Carroll actual no es solo el tirador más espectacular de la década (como mínimo), es un jugador en constante evolución que, a sus 35 años, sigue añadiendo mejoras a sus juego. Allá por 2011, cuando llegó al Madrid, ya era un anotador contrastado, pero ahora es mucho más completo y útil para un equipo de élite de lo que era entonces. En caso de que el Real Madrid terminara levantando el título, el de Wyoming podría luchar perfectamente por el MVP. Es el extranjero con más partidos con la camiseta blanca; historia viva de la sección, sin duda.
Rudy y Tavares están marcando diferencias en defensa. El mallorquín está a punto de celebrar su renovación hasta 2020 de la mejor manera posible. Tras otro verano de descanso (el segundo seguido tras 11 consecutivos de compromisos con la selección), su nivel puede seguir al alza la próxima temporada. Lo de Edy es excepcional. No es fácil encontrar jugadores que cambien tanto los partidos desde la defensa como él; la zona blanca es terreno vedado para el rival: ha capturado 14 rebotes y puesto ¡nueve! tapones en 38 minutos en las dos victorias blancas en la Final. Para que nos hagamos una idea de su trascendencia, Shengelia, Voigtmann y Diop acumulan 16 rebotes y Baskonia -al completo- suma solo tres tapones en estos dos últimos encuentros. Poirier es el que mejor está aguantando el tirón entre sus interiores, pero no cabe duda de que el caboverdiano está siendo un elemento diferencial en la serie.
Por otro lado, sigue siendo admirable el don de supervivencia que ha desarrollado el Madrid. Es la máxima del equipo esta temporada. Superar los momentos más difíciles con media plantilla en la enfermería le ha dado a los madridistas un plus de «rocosidad» y confianza que están resultando claves en este final de temporada. El Baskonia jugó casi a la perfección durante siete de los ocho cuartos que se jugaron en la capital de España. En el restante, la avalancha blanca fue tal que no solo sirvió para empatar la serie, también habría valido para barrer al rival de no ser por el «maquillaje» final. Ayer, los de Pedro Martínez volvieron a hacer un gran trabajo, dominando durante muchos minutos. Pero el Madrid aguantó y, cual predador, cuando llegó su momento, lo aprovechó. El 6-18 final es sintomático.
Dos oportunidades tendrá el vigente Campeón de Europa para finiquitar el playoff. Mañana mismo llegará la primera, quizás la más sencilla de aprovechar, a pesar de que el partido se juegue en Vitoria. No debe ser fácil para Baskonia verse por detrás en la serie con el nivel que ha exhibido. Ese hipotético desánimo puede propiciar el empujón final. Los blancos podrían volver a ser campeones en el Buesa Arena, como ya hicieran en 2005 con el histórico triple de Herreros. Un recuerdo inolvidable.
Texto: @GLP_87
Foto: ACB