#OpiniónReal | Zidane sabe de la unidad que hay entre Cristiano y Benzema
Cristiano Ronaldo irradia contundencia y superación. Su instinto y su combatividad le llevan a seguir persistiendo en su tarea incluso en el minuto 94. Esa actitud es la deseable para cualquier deportista. Su productividad es inalcanzable para el resto de jugadores del mundo. Dice mi amigo Paul Tenorio que en los últimos partidos promedia 1.9 goles de media. Debe ser equivalente a que un jugador de baloncesto promedie 70 puntos por partido, algo inusual y atípico incluso en la época de blanco y negro.
La actitud enteramente profesional es ésa. Lucha constante. Esfuerzo al límite. Y, como Cristiano cuenta con mucha facilidad para golear, pues su lucha se traduce en goles y más goles. Hace un tiempo entrevisté a Hagi, y me dijo que Cristiano era humano, y que su “sequía de goles de entonces” tenía una fecha de caducidad. Fue visionario el rumano. Dudar de Cristiano es absurdo.
Admirar a Cristiano no me lleva a desmerecer a otros futbolistas, simplemente subrayo la unicidad del portugués. Otros goleadores de otros tiempos no han contado con las facultades físicas y mentales para exprimirse al límite durante los 90 minutos de cada partido. Alguna vez le habrán salido peor las cosas, pero Cristiano no reprime su ambición y su tenacidad en ningún encuentro.
Otros futbolistas llegarán más por algún apartado de su juego, pero la fuerza mental de Cristiano y su cita permanente con el gol le hacen diferente. Otros, destacados por su virtuosismo tienden a la infrecuencia. A dejar un destello de calidad en 90 minutos que para muchos merece el pago de una entrada. Pueden decidir un partido, pero se reservan, no se exponen en exceso y no representan el ideal deseable para quien dirige a un grupo de profesionales, el estar siempre al cien por cien.
En este sentido, como Cristiano hay uno. Si se tiene al mejor en la finalización, pero prefiere partir desde banda, para irrumpir entre el lateral y central, pues lo aconsejable es que se le rodee de uno de esos jugadores geniales que, a poder ser, también sea generoso, y que pueda dar ese último pase.
El Madrid lo tiene: Benzema. Zidane fue claro con Morata. Si se dispone de un jugador único, hay que adaptarse a él. Potenciar sus virtudes. Y no había que rebuscar demasiado. Con Benzema, Cristiano sale optimizado. Es cierto que su temporada había sido más bien floja, pero su crecimiento coincide con el del equipo. Con Benzema la fuerza de este conjunto se multiplica.
Todavía muchos madridistas seguirán desprestigiándolo. Por su intermitencia. Es una pena que parte del aficionado no conciba a Benzema y Cristiano como una unidad. Y a los que se quejen de ese tipo de jugador, que piensen que gente como Kiko, Iniesta o el propio Guti: todos ellos egregios, no se caracterizaron nunca por afrontar los 90 minutos de cada partido como si fueran los últimos.
Para eso, ya está Cristiano que, como hemos referido, es único.
Texto: @DbenavidesMReal
Foto: Realmadrid.com