#OpiniónReal | Santiago Solari: El Eterno Olvidado
Durante las últimas temporadas el Real Madrid Castilla ha recibido un escrutinio inmisericorde. Desde el madridismo y desde otras vertientes se han arrojado todo tipo de imprecaciones hacia su entrenador, Santiago Solari. Se le ha descalificado con saña. Nadie se ha detenido demasiado a examinar el potencial de su plantilla, o la progresión de algunos futbolistas que, de la mano del argentino, amenazan con colonizar el fútbol de élite.
El Juvenil A el año pasado podía pasar la temporada en blanco. Ese hecho no generaba cuestionamientos. En cambio, aunque el Castilla realizaba una temporada en línea ascendente y que jugadores como Jaume Grau, Quezada o Javi Sánchez despuntaran; el veredicto era el mismo, un entrenador inhábil.
Lo más valioso del caso es que Solari no ha pretendido subvertir esos juicios. En ningún momento ha tratado de influir en las corrientes periodísticas. Podría haber aceptado alguna propuesta para participar en debates televisivos. Podría haberse acercado a algún medio periodístico. No lo hace. Se desentiende de todo ello. Se limita a trabajar con la misma ilusión del primer día. Se encontró con el banquillo del Castilla sin codiciarlo. La decisión se precipitó después de que Luis Miguel Ramis no llegara a un acuerdo de renovación y, aunque todas las temporadas se le halla el relevo, el club valora su labor.
Solari no genera ningún problema. No se queja pese a que no haya refuerzos. Se vuelca con las necesidades del primer equipo y se pone a total disposición del DT. Es leal a la institución. La conoce y sabe que el Castilla es un eslabón formativo, muy visible y atacable, pero un eslabón más. Que Mario Hermoso u Óscar puedan estar en primera división tiene algo de su influencia.
El móvil que se empleaba para ofender al argentino parece aparcado este año. El Castilla brilla por su rigor y solidez. No se cometen errores y, teniendo en cuenta la desventaja de experiencia del equipo, es un éxito. En el grupo de mayor complejidad en la Segunda B, los de Solari se han impuesto a la Cultural –gran favorito- y han sobrevivido sin pasar apuros ante el impetuoso Adarve.
Vinicius eclipsa el buen hacer del técnico. Aunque el brasileño no estuviera presente, el entorno silenciaría el trabajo de Solari y su segundo. Básicamente porque en general hay entrenadores con crédito y hay otros que están condenados a la rebaja. Pese a ello, mantiene su profesionalidad intacta. Un entrenador sin ego, sin soberbia. Fiel. Idóneo. Por eso lleva tantos años en el Real Madrid. Hay que reconocérselo.
Texto: Dani Benavides
Foto: Okdiario.com