#OpiniónReal | Memorias de un incondicional de Gareth Bale
Me declaro culpable por mi servidumbre hacia Bale. No conozco a su agente. Nunca he coincidido con él y, como contrapunto, estoy habituado a escuchar descalificaciones y análisis cáusticos sobre su figura. Que si no habla castellano, que si no se siente parte del vestuario, que si abandonará el Real Madrid a final de esta temporada o que si es un futbolista de cristal.
Pese a las anteriores aseveraciones me mantengo en mis trece. Hace meses todavía resultaba más impopular y yo ya me esmeraba en erigir editoriales de admiración hacia Gareth. Me parece un futbolista diferencial y creo que todavía tiene un gran recorrido por delante.
Ha sufrido un auténtico calvario con las lesiones pero ninguna de ellas ha condicionado su estilo. Sigue veloz, potente y con unas facultades físicas portentosas. Desde hace tiempo su salud no se resiente y, en consecuencia, se manifiesta en plenitud sobre el césped. No es un caso Robben. Bale no está en caída. No necesita que se le gradúen las carreras.
En ocasiones se alude a Bale como si fuera un jugador en constante abstracción, distraído y poco metido en la dinámica del equipo. Desde hace año y medio se escucha que Bale abandonará el equipo. En cambio, esas elucubraciones no están motivadas por el propio jugador.
Bale no alienta los rumores. Nunca desliza ni una mala palabra sobre el club. Y su comportamiento en el terreno de juego no puede ser más irreprochable. Un futbolista de gran nivel que ha perdido su plaza como titular y que, lejos de entregarse a su suerte, esta batiéndose con garra para que Zidane lo tome en cuenta de cara a Kiev. Bale apreta. Con golazos, con su movilidad constante, con su lucha y con su asunción de cometidos en la presión y en la persecución del rival. A Bale no siempre se le libera de los corsés defensivos, y no parece importarle, se expone a cualquier papel, por oscuro que éste sea.
Yo no tenía dudas, pero sus últimos partidos me han hecho sentirme orgulloso. Es un privilegio contar con un futbolista de tanto nivel y de tanto carácter. Si fuera frío o huidizo como tanto han dicho sobre él, Bale llevaría tiempo de vacaciones. Al contrario, Bale se ha postulado para la final de Kiev con su juego y…Nada más.
Yo soy uno de los sacrílegos que le seleccionó entre los 50 mejores jugadores que han pasado por el Madrid. La presencia de Bale en el ranking generó algunas burlas. En mi selección también incluí a Laudrup, jugador mágico que apenas ganó una liga y que participó en la tarde dolorosa del Odense. Ni que decir tiene que Bale merece estar en esa lista. No solo por su contribución en la mayor parte de los títulos recientes, sino especialmente, por lo que está demostrando cuando Zidane elige otros jugadores antes que él.
Ya que tenemos a Laudrup en la palestra, lo utilizaré de ejemplo. Si Laudrup en esta época no fuera titular, no le imagino de jugando de buena gana partidos como ante el Celta.
Ésa es la principal virtud de Bale. Nivel de estrella complementado con la profesionalidad de un jugador de modesto.
¡Me encanta ser un admirador declarado de alguien así!
Texto: @DBenavidesMReal
Foto: Realmadrid.com