#OpinionReal | Los apostantes no saben lo que es el Real Madrid.
Una vez conocida la derrota del Olympiacos ante el Zalgiris, el partido ante el Brose perdía parte de su encanto. Se había producido la carambola de resultados preceptiva por la cual los de Laso perdían la oportunidad de ganarse el factor cancha. Eso sí, faltaba dilucidar la identidad del adversario heleno. Olympiacos y Panathinaikos eran los dos candidatos.
En estos momentos no hay margen para la discusión. El Panathinaikos es un equipo más sólido. Es el líder destacado de la liga griega. En los últimos 6 enfrentamientos directos, el Panathinaikos ha vencido en cinco ocasiones a los de Spanoulis. Por si fuera poco, el Olympiacos cuenta con bajas muy sensibles como las de Papanikolau o Printezis.
Los de Xavi Pascual han aprendido la lección. La pasada temporada se descompusieron en cuartos ante el Fenerbahce. Este año, en cambio, se han manifestado como un conjunto con una gran dureza mental. Han ganado en las últimas fechas partidos que tenían prácticamente perdidos. Son capaces de mantenerse en los encuentros y de sobreponerse a malos arranques. Su victoria ante Milano lo prueba.
Con estos antecedentes se deja constancia de la realidad. Al Real Madrid le habría beneficiado jugar el cruce ante los de Sfairopoulos. Del Madrid dependía la elección del rival. Jugando con tibieza y falta de vigor podían haber dado opciones a Brose y, en consecuencia, forzar una derrota.
Cualquier entrenador pragmático habría optado por pensar en el futuro y por tirar este partido. Por hacer todo lo posible para ello. De hecho, antes de empezar el partido los sagaces apostantes fiaron grandes cantidades de dinero a la posible victoria de Brose. Ayer Unicaja ganó en Turquía y el Efes ganó en Vitoria; dos canchas tan inexpugnables habían caído. En este caso, la hipotética derrota de los locales era más esperada, ya que en principio allanaba el camino de los de Laso a la Final Four.
Como decimos la cuota de Brose menguó de forma considerable. Incluso el partido resultó equilibrado en los primeros minutos. Sin embargo, rápidamente los apostantes advertirían que el Madrid, por historia y por grandeza, representa la deportividad más única. El Madrid no pacta con posibles derrotas. No programa resultados extraños. Da igual que implique un camino más sinuoso. Seguramente el Olympiacos y demás equipos no puedan decir lo mismo. Y que no suene a lloros; cada entrenador vela por sus propios intereses. Es plausible.
Pablo Laso sabe lo que es el Real Madrid. No concibe otra cosa que no sea la victoria. Y con esa idea afronta el cruce ante un rival muy poderoso. Seguro que después de hoy los apostantes se retraerán a la hora de invertir en futuras derrotas del Real Madrid, aunque juegue en el OAKA.
Texto: @DbenavidesMReal
Foto: realmadrid.com