#OpiniónReal | La unión marca las dos secciones
En cada partido del Real Madrid, sea en su sección de basket o de fútbol, se suceden los señalamientos. Decenas de aficionados se comunican e interactúan por distintos medios para atribuirle responsabilidad negativa a Keylor, Marcelo o Benzema en el caso del fútbol; a Laso especialmente en el caso del basket. Voy a ilustrar esa praxis en la jornada de hoy, cuando ambas secciones han dado un golpe de efecto para ascender al último peldaño del título europeo.
Hoy Keylor no ha tenido una actuación feliz en el gol de Kimmich. En consecuencia, los mensajes que recibía mi móvil eran de este tipo: “¡Qué vergüenza! ¡No para una!”. En el caso de Marcelo, para mi sorpresa, se le sigue rebajando de vez en cuando. Me ha llegado algún mensaje en esa dirección en la primera parte: “Marcelo es un chollo para el Bayern”.
Ni que decir tiene que el devenir del partido ha restado razón a los agoreros. Keylor ha estado sobresaliente y rápido en la segunda parte. Ha evitado el empate. Ha detenido los disparos de Ribery. Marcelo ha determinado la victoria con su gol. E, incluso, ha despejado de cabeza en el segundo palo balones peligrosos. Marcelo siempre será un punto a explotar por los rivales, por su vocación ofensiva, pero su talento y espíritu indomable le llevan a ser clave en las grandes noches de Champions. Indispensable. Necesario.
En la sección de baloncesto tocaba increpar a Laso por conceder protagonismo en la jornada de hoy a Llull, pero el de Mahón, después de unos primeros minutos titubeantes, ha reaparecido en el último cuarto con toda su explosividad. No debía estar muy equivocado Laso con su decisión. La conexión de Llull con el Palacio también arredra al rival.
Pese a quien le pese, los señalados gozan de confianza y legitimidad. En el propio vestuario Keylor o Laso cuentan con todo el respaldo. Ambas secciones están unidas, y no se ve un mal gesto de un compañero ante un hipotético fallo. No hay señalamientos entre ellos. Hay generosidad, solidaridad. Jugadores como Lucas, Casemiro o Tavares y Taylor facilitan la vida de los demás. En bloques sólidos y unidos, se dispone de la mentalización adecuada para asumir que la imprevisibilidad de Marcelo da mucho más de lo que quita y para entender que si Laso apuesta por Llull, no es por capricho, sino porque es capaz de ejercer de factor sorpresa y de anotar cuando el equipo lo necesita.
Para que el Real Madrid esté cerca de coronarse en la Champions y en la Euroliga, casi el principal secreto es no personalizar de forma grosera los fallos ni cargar contra los jugadores. Un sano hábito que debería contagiar a muchos aficionados.
Texto: @DBenavidesMReal
Foto: UEFA Champions league