#OpiniónReal | La solución inmediata, en casa
Hace no mucho madridistas escépticos firmaban entrar en Champions, aunque fuera con suspense. En esa perspectiva se clamaba por la destitución de Solari. Se deseaba su despido inminente, como única forma fehaciente de enderezar la temporada a partir de febrero.
A mí me resultaba tal veleidad un tanto frívola. Puedo entender que se califique a Solari de «entrenador por hacer» pero también hay que entender que las transiciones son duras. Por mucho que hayan ganado estos jugadores haber firmado a un Conte hubiera supuesto un quebradero de cabeza, más allá de sus hipotéticas confrontaciones en el vestuario. Un entrenador de ese estilo -tan demandado hace unos meses- no solo brega con los jugadores sino que se encargaría de reclamar fichajes contrastados en el mercado de invierno. Se encargaría de pedir oficio, experiencia y rendimiento inmediato y, por supuesto, gol. Garantías de que su periplo en el Madrid fuera más próspero que el del Luxemburgo de turno. Sabedores del potencial económico y de la repercusión que alberga ser entrenador del Madrid, nadie habría aceptado embarcarse en un equipo ganador, cuando está aparentemente lejos de ganar, si no es con la promesa de que va a hacer y deshacer desde el primer minuto.
Apostar por un hombre de club permite que asuma la línea deportiva de la institución. Seguro que Solari habría deseado en su fuero interno algún refuerzo, pero bien conoce el mercado de invierno, el Madrid y su función. Así que se ha dedicado únicamente a tratar con un equipo de trabajo sobresaliente de que el equipo se mantenga vivo en todas las competiciones. Lo va logrando hasta el momento. La transición del ciclo de las Champions hacia el Madrid futuro se va realizando y, pese a estar de paso, está demostrando que ser hombre de club no está reñido con tener personalidad, impronta y disciplina.
Cuando el Plan A de la temporada no fructifica es de recibo confiarle el volante a alguien de dentro. Históricamente esa medida ha sido exitosa y, aunque en esta ocasión no lo fuera, por lo menos el técnico de la casa habrá completado parte del camino sin comprometer al club, sin alterar los planes. Y sin importarle lo que otros digan.
Foto: FutbolRed