#OpiniónReal | Gareth Bale: mentalidad madridista
Durante esta temporada se han acentuado las críticas hacia Bale, en ocasiones han alcanzado incluso un lado sórdido. Descalificar futbolísticamente a un jugador porque sepa más o menos un idioma, me resulta pobre. En el idioma universal del fútbol los grandes jugadores siempre tendrán cabida, y deben ser honrados y elevados a la excelencia. Efectivamente, Bale es un futbolista único. No se le puede relegar a la categoría de atleta ni discutir o cuestionar su precio. Bueno, puede hacerse, pero con revisar su aportación en muchos de los títulos recientes del equipo, se constata el desacierto grosero que padecen los que relegan a este jugador.
Entre ellos no se encuentran ni Mourinho ni Rafa Benítez, que han mostrado su admiración por el galés. Bale es enteramente profesional. Es puro compromiso. Pese al infortunio de las lesiones, reaparece, y no renuncia a emplearse a fondo. Un jugador total con un valor que diferencia a las leyendas de los grandes jugadores: sobresale en las grandes citas.
Hoy el partido resultaba incierto. El Madrid es superior, pero estaba espeso. No conectaba. Las diabluras de Marcelo no comparecían. La conexión entre Cristiano y Benzema no era tan briosa como de costumbre. Tampoco se producían posibilidades en la media distancia, ni en los saques de esquina o la estrategia. El equipo requería de pegada. Y el galés saltó al césped.
Pocos apostábamos por esta posibilidad. Desde hace meses se ha sostenido que Bale estaba fuera en lo mental. Que no le importaba el Madrid. Curiosamente, yo he deducido lo contrario. En cada partido intrascendente ha luchado, ha marcado goles magistrales y ha parecido presentar su candidatura a la cita de hoy.
Una vez ha entrado en el campo, ha sido un avión. Ha dado la verdadera estocada al Liverpool con su golazo. Ha trabajado en defensa. Después de chutar Mané al poste, ha ido con vigor a ganar el rechazo. Ha comandado más ataques, ha sentenciado al combativo Liverpool con su tercer gol…ha hecho de todo.
Se ha sentido cómodo donde sus compañeros estaban menos ágiles que en otras ocasiones. Lo ha celebrado por todo lo alto. Ha practicado su fútbol, que es de alta escuela. Su apertura con el empeine exterior para que Benzema rozara el tercero es una prueba. Rigor en su trabajo defensivo, individualidad y determinación para noquear al Liverpool.
Su buena salud ha adquirido regularidad. Lleva tiempo sin recaer en nada. Y pese a haber tenido más mala suerte que nadie en el tema de las lesiones, se ha levantado, siempre. Está presente en muchas de nuestras finales y confía en sus posibilidades.
No es exagerado plantear que el galés ha sido uno de los jugadores menos valorados que recuerdo. Incluso este año he escuchado que su paso por el Real Madrid había sido gris.
En MadridistaReal lo incluimos entre los 50 mejores jugadores de la historia del Real Madrid. Hoy es más fácil, pero nos reafirmamos. No puedo más que elogiar a quien nunca se rinde y se esmera en dar lo mejor de sí mismo, incluso cuando todo está en contra.
Y reitero, además aparece cuando otros grandes jugadores tiemblan. El Madrid de Zidane hace historia, entre otras cosas, porque en las finales se convierte en el paradigma de la competitividad. Se torna invencible. Para alcanzar esa condición necesitas calidad sí, pero también la mentalidad de Gareth Bale.
Texto: @DBenavidesMReal
Fotos: UEFA Champions League