#OpiniónReal | En el Madrid el estilo debe ser negociable
Reconozco que el Madrid de Lopetegui me conquistó durante 25 minutos en la Supercopa. Juego fluido, continuos cambios de orientación y sometimiento posicional del adversario, que no pudo salir a la contra durante ese intervalo.
A diferencia de otras temporadas, el estilo prevalece. Y no está mal. Cada entrenador debe incorporar sus principios y tratar de que sus futbolistas los adquieran.
Eso sí, también hay que realizar excepciones. El madridista no está preparado para que el guardameta, en su prurito de respetar el estilo, se trastabille y ceda el gol en bandeja al delantero contrario. Tampoco para que Ramos y Varane traten de fiar la salida del esférico en una zona de seguridad, prohibida, máxime cuando los contrarios acechan. O que los defensores quieran negarse a ceder un saque de banda, con la fe de que la posesión se mantenga del lado blanco, y eso genere inferioridad.
El Real Madrid debe conciliar el estilo barroco, con el pragmático. Empiezo por la portería. Keylor, los días que juegue, no debe simular una pericia con el juego de pies que no tiene. No debe complicarse. El despeje es una opción válida. En defensa hay que evitar las filigranas y entender que a veces permitir un córner es un gran resultado.
Hasta Zidane, indiscutible como futbolista plástico, al que el propio Guardiola idolatraba como jugador -una biografía de éste en la que describía a Zidane como el futbolista al que admiraba, antes de que fichara por el Real Madrid- convirtió a Keylor, Casemiro y Lucas en tres puntales de sus éxitos. El estilo combinativo debe apoyarse en la garra, la lectura de partido, la toma de decisión e incluso el enviar el balón fuera del campo si es preciso.
Lo contrario puede ser un error. Tampoco los jugadores más aptos para tocarla deban ser los titulares por antonomasia. Nacho es el ejemplo. Menos salida de balón que Ramos o Varane, pero ahora mismo el futbolista más rápido y con más firmeza para ganar los duelos.
Si Isco o Ceballos no tienen su día, habrá que variar la partitura. Cuando el Madrid maneja distintos registros, a los rivales les resultará más difícil.
Y como se ha visto ya en estos primeros compases de la temporada, cuando el equipo recupera y sale en transición, las ocasiones se concretan. Recuperar y correr. Para un purista no entra dentro del estilo, pero el segundo gol ante el Getafe y el chut de Asensio con la derecha en la Supercopa resultan una prueba fehaciente de ello. Al contragolpe el madridista disfruta mucho. ¡Qué no se olvide!
Texto: Dani Benavides
Foto: Realmadrid.com