#OpiniónReal | El Martes ya está en el horizonte
Después de la victoria en Alemania todas las escisiones y desavenencias se han atenuado. Algunos madridistas se han pasado la temporada reivindicando su derecho a la crítica como elemento necesario para garantizar una mejora institucional.
No quiero pecar de oportunista, pero se ha descalificado a Zidane en frecuentes ocasiones y también se han lamentado por la ausencia de fichajes galácticos.
A estas alturas por fin este equipo recibe un reconocimiento unánime entre el madridismo. Vencer en París, Turín y Munich ante los líderes de sus respectivos campeonatos se ha convertido en argumento casi incontestable. Y hacer de camino a la tercera Champions consecutiva acredita que el entrenador no es tan malo y que la plantilla es más competente de lo insinuado a lo largo de la temporada.
Hasta los críticos más acerbos se suavizan ante la posibilidad de volver a ser campeones de Europa por tercera vez consecutiva. Y encima en formato Champions que conlleva la dificultad de que muchos equipos parten con tu mismo objetivo. No creo que Juve, Psg y Bayern se sientan en plenitud con sus títulos de liga. Seguro que ese título ya les sabe rancio, casi añejo; y que lo que codician es el trofeo de más prestigio. Pues el martes el Madrid está a 90 minutos de haber soterrado las ilusiones de tres clubes o, mejor dicho, de tres países.
En el Bernabéu se debe afrontar el partido como si la eliminatoria estuviera igualada. Puede que el Bayern domine en alguna fase, pero la línea defensiva debe estar lo más adelantada posible. Estos jugadores deben asumir el peso de la historia. Dejar hasta el último aliento en el terreno de juego para lograr un imposible, clasificarse para una nueva final y poder vengar a nuestros héroes de 1981.
Con el anterior exordio no pretendo esconder nada. El tránsito del Madrid por las competiciones nacionales no ha sido el anhelado, pero poco importa. Si me ofrecen la posibilidad de reinar en Europa en tres ediciones consecutivas lo habría firmado sin dudarlo. Y más si cabe cuando se han ganado varios títulos más de complemento. Para culminar ese sueño del tripitir quedan dos pasos, duros y difíciles, pero es verosímil el escalarlos.
Quien aduzca que prefiere un equipo que rinda con más regularidad, lo entiendo, pero ya digo que yo me sustraigo de cualquier visión plañidera. Lo que tiene este equipo entre manos puede que no vuelva a darse nunca más. Tripitir es una Champions es un registro increíble. Es el momento de contribuir para que se produzca.
El Bernabéu debe rugir el martes. Lo demás ahora poco importa.
Texto: @DBenavidesMReal
Foto: Revista Semana