#OpiniónReal | Álvaro Benito: un intérprete del fútbol privilegiado
Hoy he reflexionado sobre la figura de Álvaro Benito. He llegado a la conclusión de que es un entrenador señero y que está inmerso en una carrera próspera e imparable. Sus dos últimas temporadas han sido elocuentes. Campeón con el Juvenil C y campeón con el Juvenil B. Equipos con un juego reconocible. Presión alta. Ocupación adecuada de los espacios. Equipos feroces. Cada vez que se pierde el balón se emplean hasta la extenuación para recuperarlo.
En la cantera del Real Madrid es habitual que los jugadores se dediquen más de lleno al apartado ofensivo. Esa fase les ocupa la mayor parte del tiempo. En cambio, en los equipos de Álvaro la fase de recuperación, pese a ser breve en el cómputo de los partidos, resulta especialmente ubérrima. Álvaro no prioriza necesariamente al jugador talentoso sobre el que destaca más por la entrega sin estar exento de calidad técnica; es el Madrid al fin y al cabo.
En su faceta de comentarista Álvaro también destaca. Resulta natural. Defiende al Real Madrid sin eludir pequeñas objeciones cuando la ocasión lo requiere. No ejerce ningún papel cuando se manifiesta, lo hace desde la autenticidad. Valora a jugadores como Nacho y no se queda en la superficie. Y por encima de todo, lee el juego con una perspicacia envidiable. Ese don es atributo de los grandes entrenadores. Tomar decisiones en base a lo que está pasando y con el propósito de que pase algo diferente. Anticiparse al entrenador contrario.
Álvaro Benito es brillante para analizar el juego y esa virtud le permite ser el mejor comentarista del momento y un entrenador con un porvenir mayúscula.
Desde mi modesto parecer esta temporada debería estar entrenando al Juvenil A. No me opongo a la labor de Poyatos, entrenador al que alabé cuando dirigía al Juvenil B. Simplemente creo que la labor de Álvaro merecía una nueva promoción. No obstante, Álvaro no se va a venir abajo. Conoce la casa y sabe que hay que persistir y mantener la esperanza.
Nadie le va aleccionar en el arte de superar obstáculos. Álvaro ha sabido reciclarse en la vida. Triunfar en otro sector distinto al que le era característico y, pese a ello, no ha perdido ni un ápice de sencillez. Álvaro es cercano. Una persona a la que le confiarías cualquier secreto y que no da la sensación de que vaya a fallarte.
Sus jugadores están viviendo una gran experiencia. Con Álvaro van a aprender muchos valores, a sacrificarse por el equipo y a rebajar sus ínfulas, en el caso de que alguno vaya de crecidito. Y, por encima de todo, pueden estar seguros de que el cambio o la sustitución tiene un gran sentido. Su lectura de juego le permite realizar cambios de genio y variar los partidos.
Álvaro va a ser un entrenador con mayúsculas. Mejor incluso que como comentarista. Es decir mucho. Sobre todo porque como comentarista, a mi entender, por los motivos que he descrito anteriormente, no tiene parangón ninguno.
Texto: Dani Benavides
Foto: AS