#Opinión | Volver a las raíces
Mucho se escribió, se escribe y se seguirá escribiendo de Lopetegui y de su corta estancia en el Real Madrid. Ni los resultados ni el juego lo acompañaron en estos cortísimos meses. Ahora, el testigo lo toma Santiago Solari, quien estaba a cargo del Castilla.
Personalmente, parece que el club vuelve a sus raíces más contemporáneas, a esas en las que un mes de malos resultados y mal juego te obligaban a irte por la puerta de atrás o a ser echado como un don nadie. Han desfilado numerosos rostros por el banquillo merengue en poquísimo tiempo, en muy poco tiempo. Capello, Schuster, Luxemburgo, Juande Ramos, Pellegrini, López Caro, Mourinho, Ancelotti, Benítez, Zidane, Lopetegui… Son casi más nombres que temporadas.
A quien le toca recoger los cristales rotos de estos meses es a Solari, un hombre que ya conoce lo que significa vestir esta camiseta, un hombre que si algo ha demostrado sobre el terreno de juego ha sido ese furor y esas ganas que en estos momentos no posee el Madrid. Servirá de interino durante estos meses, aunque, la verdad, si logra hacerlo bien, no se ve necesidad de encontrar uno para su puesto en invierno.
Zidane logró representar y plasmar su visión y sus valores como jugador y entrenador hacia toda una plantilla, logró llevarla a la cima no una, ni dos, sino tres veces y de manera consecutiva. Es algo que, probablemente, no se vea de nuevo durante unos cuantos años. Pero ‘Zizou’ era eso, un rostro respetuoso y respetable, alguien que conocía este lugar y conocía los valores. Además, conocía a los jugadores y se esforzó por conocer a los que no. La empatía de Zidane para con todos fue clave. Y Solari puede lograr esto último, seguramente.
Lo cierto de todo es que el equipo debe volver a sus raíces más profundas. Aquellas en las que comenzamos a reinar en Europa y en España de la mano de grandiosos jugadores. Tocará volver a esas raíces que hicieron al Madrid el equipo que es hoy, el equipo que fue en el siglo pasado… Todo para seguir siendo el mejor equipo del mundo. Pero hay que volver a esas raíces para ser capaces de comprender lo que significa vestir y honrar a esta camiseta, para saber lo que significa defender el escudo en un estadio que alberga 13 Copas de Europa y más de 30 ligas de España.
Solari tiene esa tarea, devolverle el hambre, el honor, las ganas y la energía a un club que está a años luz de su mejor forma. Pero habrá que confiar en él, habrá que darle la oportunidad como en su momento se la dimos a Zidane. Y esperemos que Solari regrese al equipo a sus raíces más antiguas, antes de que la directiva regrese a las raíces contempóraneas, esas en las que la paciencia y el respeto para con el entrenador tienen una barrera bastante baja.
Texto: Simón Antonio Do Couto
Foto: Yahoo Sports
