Opinión | Vinicius vuelve a ser Vinicius
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El brasileño anotó un doblete contra el Valencia en el día que tenía marcado en rojo en el calendario. Ofreció un repertorio de clase y efectividad
Vinicius se desquitó este sábado ante el Valencia de los insultos racistas que recibió el pasado mayo en Mestalla. El brasileño afirmó recientemente en su declaración ante el juez que se sintió “ofendido” por los improperios que recibió “por su color de piel”, además de asegurar que los sufrió por parte de todo el estadio hace ya unos meses.
Tras estas declaraciones, el periódico valenciano ‘Superdeporte’ tachó a Vinicius de mentiroso y lo reflejó a través de una polémica portada en la que el jugador brasileño apareció con una nariz larga postiza, bajo el titular ‘Pinochius’.
Pues Vinicius respondió este sábado sobre el césped del Bernabéu con un doblete. Adquirió todo el protagonismo ante la ausencia del lesionado Bellingham. Su primer tanto llegó al borde del descanso tras tirarse en plancha y empujar el balón con el pecho. Lo celebró, una vez más, señalando el escudo de su camiseta.
Vinicius tenía apuntada en la agenda la visita del Valencia al Santiago Bernabéu. El delantero acertó en el enfoque y ofreció una de sus mejores actuaciones desde que viste de blanco. Repleto de clase, de efectividad, de sentido común, sin aspavientos ni discusiones. Cosido a su socio Rodrygo, lideró un triunfo de mérito en ausencia de Bellingham, la estrella hasta la fecha, ante un buen rival.
Ya en el arranque de la segunda mitad, Vinicius vio otra vez puerta gracias a una gran acción individual, que significó su cuarto gol en la presente Liga y el sexto del curso tras los dos que suma en la presente edición de la Champions. Rodrygo, por su parte, también confirmó el despertar de los atacantes brasileños del Real Madrid y se sumó a la fiesta con otro doblete.