Opinión | Ventajismo
Pues no, este fin de semana no hay Liga, lo que no significa que el Real Madrid no siga siendo noticia. Y usted, querido/a e inocente lector/a se preguntará cómo puede ocurrir algo así, si Zidane está en Valdebebas entrenando con el escaso de número de futbolistas que no han sido convocados con sus selecciones. Muy sencillo: esta es la dimensión real del club blanco. Da igual lo que haga, por acción o inacción, siempre es objeto de crítica.
Todo vale. Si en algún momento el Madrid se interesó por el alemán Timo Werner, es bienvenido el buen arranque de temporada del delantero alemán con el Leipzig. Que Martin Odegaard deja un gol de altura con la Real Sociedad en Mallorca, pues se aprovecha para avivar el fuego, ya que Zidane y el Real Madrid, que de fútbol no saben absolutamente nada, han mandado al chico de Erasmus a San Sebastián, vaya usted a saber por qué.
El último ejemplo de este curioso y repetido movimiento vino a colación de un nuevo partido de la Selección Española. En un momento dado, Dani Ceballos se sacó de la chistera un pase de genio, de esos con los que ya tenemos una edad acabamos hablando de Michael Laudrup. Da igual si el centrocampista español no jugara un gran encuentro (sinceramente, lo desconozco, no vi el partido), o si en el Arsenal no triunfa. Todo valdrá.
Sin saberlo, Ceballos se ha llevado en la maleta para Londres un equipaje muy molesto. Cuando juegue y deje algún destello, la canallesca, siempre atenta a los highlights y vídeos virales (no tanto a la hora de ver un partido y, por supuesto, a analizarlo), aprovechará para reclamar su vuelta al Real Madrid, un apoyo que seguramente retirarán cuando el jugador vuelva a vestir de blanco. En el caso contrario, se harán eco de los comentarios dañinos y poco fundamentados de los tabloides para infravalorar al chaval.
Siempre tendrán razón, es lo que tiene el ventajismo.
Foto: MARCA
