Opinión | Un Real Madrid sin ideas ni pizarra se ahoga en su propia bañera
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La catástrofe en Arabia Saudí es solo un simple aviso de lo que se puede avecinar sino se encuentra una solución. No hay pizarra, no hay ideas, ni tampoco llegan refuerzos para tapar cada desastre
Cuando pisas el césped con las ideas claras de lo que quieres hacer, cómo tienes pensado atacar y de qué forma quieres defender, lo suyo es que todo lo que siembras te dé su fruto. Este cúmulo de ideas son las que el Real Madrid de Carlo Ancelotti no ha vuelto a reflejar en el terreno de juego, tampoco ha sido capaz de cumplir las expectativas que se les obligaba ante el eterno rival, ni ha estado a la altura como es una final de la Supercopa de España.
El Real Madrid esta temporada ha tropezado varias veces con la misma piedra. Empezó sin dar el nivel en Champions League, el Liverpool le demostró estar varios escalones por encima y para ser la gota que colma el vaso, el FC Barcelona le somete a dos goleadas, una en el Bernabéu y otra en la «super final» de Arabia Saudí.
Ancelotti sigue sin dar con la tecla en enero
Los errores defensivos se repiten cada fin de semana y en el banquillo se toman decisiones tardías cuando ya el pescado está más que vendido. La última, esta noche cuando Ancelotti toma la decisión de que Raúl Asencio entre al terreno de juego cuando ya el Real Madrid ha encajado cinco goles. Da mucho de qué hablar. No obstante, Tchouaméni seguía en el terreno de juego teniendo todos los fallos defensivos que el francés tuviese.
A alturas del mes de enero los resultados son claros, no hay ideas, no hay pizarra y tampoco se ven resultados, y los que se ven es solo un espejismo que se alimenta de falsas ilusiones que con el tiempo demuestran no estar a la altura de las expectativas.
Lo peor puede estar por llegar para el Real Madrid
Lo que no es ningún tipo de espejismo es que el equipo de Carlo Ancelotti no ha sido capaz de generar nada a nivel ofensivo esta noche, en la final, ante el Barça. Ni tampoco cuando el equipo se ha visto con un jugador más sobre el terreno de juego tras la expulsión de Sczcesny. Imposible de aprovechar peor una superioridad numérica.
La verdad es que pocos se libran de la catástrofe vivida en tierra saudí, se pueden contar con los dedos de la mano. El partido de Kylian Mbappé lo eclipsa el resultado además de un partido sin ningún fin táctico por parte del conjunto merengue.
El mejor Mbappé está claro que está por venir, pero su mejor versión, ni junto al ímpetu y esfuerzo que dedica en cada partido Fede Valverde, ni al gran nivel al que ha estado hoy Rodrygo, mejorarían la situación de un Real Madrid que cada fin de semana parece estar cavando su propia tumba.
