Opinión Real | Cuando nos dan por muertos
Da igual lo que diga Piqué, preso de un estado de ánimo que recordó a los mejores tiempos de Xavi Hernández. Hundido, dolido, frustrado. De hecho esta actitud por su parte lo único a lo único que me revoca son a pensamientos positivos, de que estamos ante un panorama favorable. Sus palabras son, en definitiva, buenas noticias. Y no importa lo que diga porque la realidad dista mucho de lo que comenta, el Madrid se comió al Barcelona en una segunda parte brillante, con un juego soberbio y encontrando, esta vez sí, el gol. Un 2-0 que nos pone líderes.
Si bien yo abogo por ser prudentes y mantener la compostura pensando que todavía quedan muchos puntos por disputarse, eso no es óbice para que los madridistas no podamos saborear la victoria como nos merecemos. Porque perder significaba alejarse de ellos 5 puntos, y porque eran muchos años sin ganarles en nuestra casa. Pero, especialmente, particularmente estoy disfrutando mucho del triunfo por una razón: y es que el Real Madrid ha vuelto a levantarse, volvió a renacer, una vez más.
Cada vez que el barco del Real Madrid ofrece síntomas de navegar a la deriva, sin rumbo, qué habitual es leer y escuchar vaticinios, probablemente motivados por el deseo de vernos derrotados, el Real Madrid siempre vuelve. Lo advertía Marcelo hace poco tiempo. Todavía no podemos celebrar nada, pero sí debemos encumbrar la capacidad de este Real Madrid de levantarse cuando parece KO. De salir de entre la espada y la pared, cuanto más cuestionado está el equipo, cuando todo parece perdido y todos nos dan por muertos, demostramos que estamos más vivos que nunca. Y eso me enorgullece. Ese carácter que imprime esta institución ha sido el que nos guió en la tan ardua hazaña de levantar 4 Ligas de Campeones en 5 años. En esos momentos de tensión, en los que todo pende de un hilo, y cuando la situación está ya al borde del abismo, nos movemos como peces en el agua.
Courtois es nuestro gran muro. Un portero al nivel que exige el Real Madrid. Los minutos en los que el juego sobre el césped fue en vano, aparecieron las manos belgas para sostener el difícil momento. Marcelo volvió a resurgir, y ese robo de balón que entre él y un imperial Varane le hicieron al que hace lo que quiere cuando quiere, valió un potosí. La celebración del brasileño fue un desahogo de mucha rabia acumulada por sentirse cuestionado. Y me alegro mucho por él, un futbolista que ha aceptado que Mendy le quite gran parte de los minutos y que nunca ha dado problemas institucionales.
Un partido malo le hemos visto a Casemiro, tristemente el del Manchester. Pero hasta ahí, uno y no más. Y ayer volvió a ser la figura clave de este equipo, un jugador que hace de 5, de 6, de 8 y de lo que la situación requiera. Un fenómeno al que no le sienta nada mal compartir lugar con Valverde, un chico que es un pulmón y que en el Clásico ese ímpetu habitual le hizo mostrar su mejor versión.
Mención especial merece Toni Kroos. Un centrocampista único que ha tenido que aguantar hasta que le llamaran tractor, aunque de la persona que enunció tal adjetivo no le he vuelto a escuchar hablar del timón alemán, que con un simple gesto con el dedo provocó el primer gol del partido. El pase es brillante, pero ese aviso previo a Vinicius me vuelve loco, lo vería una y otra vez. Prueba de que piensa el fútbol no uno ni dos, sino tres segundos antes que el resto. Y eso marca diferencias.
De Vinícius, decir que un chico de 19 años con esa personalidad solo puede abrirse las puertas del éxito. Le han apaleado con mucha dureza, y él ha seguido tirando del equipo siendo un recién llegado, un inexperimentado y al que han querido quemar mentalmente. No lo han logrado porque este tipo es alegría. Siempre lo intenta, siempre. Y la perseverancia tiene sus recompensas. Será un crack.
Aun a pesar de todo, todavía no hemos ganado nada. Pero esta victoria debe alimentar nuestra ilusión. No sé si remontaremos en Manchester. Lo que sí sé es que este equipo peleará hasta el último segundo y hasta la última gota de sudor. Creo en ellos. Ahora todo el mundo nos da por muertos en la Champions. Y visto lo visto, me incentiva saberlo. Obviad la eliminación, dadnos por muertos, por favor.
Foto: JAVIER SORIANO/AFP via Getty Images