Opinión | No sin mi Fede
Que Federico Valverde se ha convertido por méritos propios en uno de los jugadores del año no merece discusión. El centrocampista uruguayo no solo ha sido una de las revelaciones de la temporada, sino que ya es toda una realidad. Un jugador potente pero con buen manejo de balón, clave en la presión realizada por el Real Madrid de Zidane en muchos partidos y, sobre todo, indispensable para entender los buenos y los malos momentos del equipo. La conclusión es rotunda: hay un Madrid con Fede Valverde y otro sin él.
Al empezar la temporada, todos teníamos medianamente clara la columna vertebral del Real Madrid: Courtois en la portería, Ramos en el eje de la zaga, Casemiro en el centro del campo y Benzema en la delantera. Pero a partir de la sexta jornada llegó la aparición de Valverde. Tras un inicio aceptable sin más, el charrúa comenzó a destapar el tarro de las esencias en la octava jornada con un partidazo ante el Granada. Ante el conjunto nazarí Fede se soltó, mostrando su conducción de balón imparable para los rivales, su potencia y su capacidad de presionar a la defensa contraria. A partir de ese partido ha habido un denominador común: cada vez que Fede no ha jugado de inicio, el equipo lo ha pasado mal.
Obviando los partidos iniciales de la temporada (cuando Zidane aún no contaba con el uiruguayo) y contando desde su primera titularidad, Valverde ha jugado 11 partidos de inicio. Los datos, contundentes: 8 victorias y 4 empates. O lo que es lo mismo, 28 puntos de 36 posibles. Ahora veamos los datos en ese mismo tramo de tiempo pero en los partidos sin Fede Valverde en el equipo titular: 4 victorias, 1 empate y 3 derrotas, es decir, 13 puntos de 24 posibles. Podrían ser datos sin más que no nos dijeran nada, pero cualquiera que observe los partidos, podrá ser consciente de lo que influye la presencia del centrocampista uruguayo en el terreno de juego. El Madrid defiende peor sin él, pero sobre todo ataca peor. Ni se realiza la misma presión al rival, ni el ritmo de partido es parecido ni Casemiro se siente tan cómodo sobre el césped.
Evidentemente, Zidane sabrá cuando tiene que «rotar» al jóven jugador de 21 años, o en que partidos es más conveniente que juegue. Pero hay cosas difíciles de entender. Los jugadores imprescindibles para el francés (Ramos, Casemiro y Benzema, sobre todo) no rotan nunca, salvo por sanción o lesión. Queda claro que para él Fede no es imprescindible ni indiscutible, puesto que prácticamente cada 2-3 partidos le vemos en el banquillo, con consecuencias funestas para el equipo. La sensación de un servidor es que, pese al protagonismo que el técnico madridista le ha dado a Valverde, todavía es complicado que pueda sentar a Luka Modric cada semana. Y para tener metido en dinámica al croata, resulta más sencillo dejar fuera a Fede que a Kroos o a Isco, que también ha ido entrando poco a poco en el equipo titular.
No escribo este artículo para afirmar que el Madrid ganará con Valverde en el campo y perderá sin él. No, el fútbol no es tan fácil. Pero teniendo a los mejores en el campo es más fácil ganar. Igual que no se contempla el Madrid actual sin Casemiro, no se debería contemplar sin Valverde. Ya no por los datos, que también, sino por las sensaciones. Y por lo que agradece su presencia el resto. El uruguayo es una ayuda tremenda para un Casemiro demasiado solo en la destrucción del juego rival, pero es que además también es una bendición para los laterales, especialmente Carvajal. Ya hemos visto a Valverde ocupar la banda derecha en más de un partido, ayudando al lateral madrileño tanto en las coberturas defensivas como en el ataque al lateral rival (los partidos contra el Atlético haciendo 2 contra 1 a Lodi son un buen ejemplo). Y tenemos buenos ejemplos ante grandes rivales: Barcelona (2 partidos y sin goles encajados), Psg (probablemente el mejor partido del equipo) y Atlético (Supercopa y Liga, ningún gol encajado en 3 partidos).
Sin embargo, muchos argumentan que es oportunista sacar estos datos, ya que también hay 2 derrotas con Fede Valverde en el campo: la de Copa ante la Real Sociedad y la ida de los octavos ante el Manchester City. Pero eso si que es oportunista. El partido copero no puede servir de referencia, teniendo en cuenta que no estuvieron Casemiro, Modric ni Isco, con Valverde obligado a jugar de mediocentro defensivo en un equipo con rotaciones masivas. No solo no se le puede achacar ninguna responsabilidad en esa derrota, sino que no podemos analizar nada en un equipo con solo 4 titulares habituales. La derrota ante el Manchester City es la única al 100% con Fede sobre el césped. Y desde luego, 1 derrota en aproximadamente 20 partidos en el equipo inicial es un dato esclarecedor, sobre todo si tenemos en cuenta que se han dejado de ganar 4 partidos de 8 sin el uruguayo en el equipo titular. La mitad de los encuentros, poca broma.
En conclusión, y respetando la labor del entrenador, el Real Madrid no está en situación de prescindir de Fede Valverde en su equipo. Debe haber descanso para todos, pero solo si es necesario. Igual que Casemiro solo rota en situaciones extremas, el caso del uruguayo debe ser similar. Un gran porcentaje de culpa (mayor que el de nadie, seguramente) de que el Madrid haya llegado vivo a marzo en la liga es la aparición de un centrocampista «moderno», de esos que cualquier equipo Top querría tener. Fede es puro Real Madrid y un jugador con un brillante presente que solo será superado en un futuro con todavía mejor pinta. Pero para ello deben ponerle en el terreno de juego cada semana, y no 1 partido sí y otro no. Esperemos que la dura derrota en el Villamarín y la imagen dejada una vez más por el equipo sin el jóven charrúa en el campo, sirvan para que Zidane se lo piense mucho a la hora de «dar descanso» a un portento físico de 21 años.