Opinión | Militao, del olvido a la gloria

6 mayo 2021 - 16:00
Opinión | Militao, del olvido a la gloria

El mundo del fútbol es cambiante a la vez que injusto. En 90 minutos se puede pasar de héroe a villano, de “bueno” a “malo” o de promesa a decepción, y viceversa. Incontables son los jugadores a los que se ha subestimado por este motivo (aunque también se ha sobrevalorado a otros muchos), y el caso que hoy nos ocupa es uno de ellos.

No, Eder Militao no era tan malo, pero ahora tampoco es tan bueno de la noche a la mañana. Si algo caracteriza a este jugador, como nos ha dejado ver en su etapa de blanco, es la constancia. El brasileño llegó como cuarto central, con, probablemente, una de las mejores parejas defensivas de la historia por delante. La situación, y su juventud (21 años en su llegada), a muchos hubieran llevado a marcharse en calidad de cedido para buscar oportunidades fuera de la capital. Pero el ex del Porto decidió entrenar duro y esperar una oportunidad que por fin le llegó hace un mes. Y es que este mundo del fútbol a veces también brinda oportunidades, pero se necesita de la valía suficiente para poder aprovecharlas.

Las bajas de Ramos y Varane en los cuartos de final de la Champions, otorgaron al de Sao Paulo el escaparate perfecto para triunfar o caer a lo más hondo del banquillo madridista. Y Militao se decantó por la primera opción, al igual que en los 7 siguientes partidos en los que ha seguido partiendo como titular y encadenando grandes actuaciones. Muchos se llevaban las manos a la cabeza cuando los dos centrales titulares no estuvieron disponibles, a lo que había que sumarle la incertidumbre, aún presente, de la renovación de Ramos. Pero el brasileño, junto a Nacho, hizo olvidar que el capitán y el francés no estaban sobre el verde. Y sus actuaciones, han relegado a un segundo plano la polémica renovación del camero. Quién lo iba a decir del que tantos gurús del fútbol europeo habían señalado por no tener el nivel necesario para vestir la elástica del club de Chamartín.

Militao es concentración, fuerza, velocidad y, sobre todo, capacidad de aceleración. Son cualidades difíciles de encontrar cuando hablamos de un zaguero que actúa con la contundencia con la que lo hace el brasileño, lo que explica parte de su elevado precio. Esta aceleración le permite explotar otra de sus mayores características, las anticipaciones. El jugador siempre se muestra expeditivo al corte, y su rapidez le ayuda a interceptar un gran número de balones adelantándose al atacante. Además, esta le brinda también la facilidad que atesora para corregir y recuperar la posición cuando es superado.

Foto: Irina R. Hipólito / Imago

Pero el punto fuerte llega cuando hacemos referencia a algo tan característico de los centrales del Real Madrid, el juego aéreo. Lo vimos en el Porto y lo confirmamos ante el Osasuna, Militao es un cabeceador nato. Su gol desatascó un partido que se le empezaba a complicar a los suyos, pudiendo encontrarse con la red en otras tres ocasiones. Pero también sabe hacer uso de esta virtud en el apartado defensivo, llevándose la mayoría de los duelos que disputa en las alturas. Y a todo esto debemos añadirle una versatilidad de la que aún no ha precisado Zidane. El brasileño se formó como lateral derecho en el Sao Paulo, por lo que ocupar esta posición no supondría ningún problema para él.

Algo que habla muy bien del defensor es su capacidad de mejora. La concentración y la toma de decisiones con el balón en los pies eran algo de lo que adolecía en sus primeras titularidades en Madrid. Sin embargo, el futbolista ha sabido trabajar en ello, siendo capaz de estar metido en el partido durante los 90 minutos y mostrándose más calmado en la salida de balón; aspectos que han reducido al mínimo su número de errores.

Eder Militao es un defensa total al que, pese a su juventud, no le ha pesado llevar el timón de la defensa blanca. Ha respondido cuando más se le ha necesitado y frente a rivales de máxima exigencia a los que ha logrado secar de cara a portería. El Real Madrid sabía de lo que era capaz el brasileño, pues su fichaje lo convirtió en el central más caro de la historia del club. Sus innumerables aptitudes y sus 23 años le hacen – y nos hacen – soñar con una carrera plagada de éxitos de la que este es tan solo el comienzo.

 

Foto de portada: Darren Staples / Imago

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