#Opinión | Más que tres puntos en el Camp Nou

El Real Madrid se juega más que tres puntos ante el Barcelona el próximo domingo y debe salir al césped sin pensar en el último mes ni en las diferencias que existen entre el técnico y algunos jugadores.

Hay que ser un equipo más que nunca y reconducir la situación porque el Real Madrid tiene que estar por encima de todo y superar cualquier adversidad.

Lopetegui sabe que puede ser su último partido en el banquillo del Real Madrid y algunos jugadores parece que quieren ‘ayudarle’ a que deje al conjunto blanco pero cualquier futbolista que haga eso no merece vestir esta camiseta.

Julen Lopetegui puede que no sea el adecuado por los resultados pero puede que si porque es un técnico que tiene una idea de juego que la plantilla no lleva a cabo sobre el césped.

Con esto quiero aclarar que no toda la culpa es del entrenador sino que hay un presidente que defiende a la plantilla pase lo que pase y unos jugadores que solo miran por sus intereses personales cuando deberían luchar por los comunes.

A pesar de todo esto, el Real Madrid debe estar más unido que nunca ante el Barcelona y demostrar que es el mejor equipo del mundo ante el equipo de Ernesto Valverde.

Hay que competir y volver a ser ese equipo que ilusiona a sus aficionados y al que temen el resto de clubes del mundo. El Real Madrid sigue siendo el Real Madrid aunque a algunos se les haya olvidado.

Por ello hay que ganar al eterno rival, en su campo y jugando bien. Ese es el mejor remedio para cualquier problema y está en manos del presidente, del entrenador y de los jugadores.

Florentino Pérez tiene en su mano hablar con Lopetegui y la plantilla para darles un toque de atención y que vuelvan a jugar como saben.

Lopetegui debe motivar a sus jugadores y que entiendan que él es el entrenador. Por último, la plantilla debe darlo todo en el campo y dejar de mirar al banquillo para ver si sigue Lopetegui o si ya le han despedido.

Un regalo al madridismo en forma de victoria y buen juego es la mejor medicina para todos. Una derrota pondrá en problemas al entrenador, al presidente y a todos los jugadores.