#Opinión | ¿Madridismo? Solo a sueldo
La objetividad en el mundo del periodismo está en crisis. O al menos eso dicen. Porque desde el primer año que uno pisa la universidad para aprender esta profesión, el discurso abolicionista de la equidistancia periodística se anula por completo.
No existe la objetividad plena porque el hecho de escribir una coma más tarde o más temprano acaba por modificar el relato. Al fin y al cabo la intención es describir la realidad de la forma más ajustada y neutral. Estas primeras líneas, en todos sus significados, encajan a la perfección con la situación que vive hoy en día el mundo de los medios de comunicación deportivos.
Hay panfletos y periódicos, igual que hay periodistas y matones con teclado. Y hay clubes, que por medio de sus departamentos de prensa deciden mantener una relación positiva o negativa con el resto de medios. En el caso del Real Madrid, que es lo que nos atañe en esta web madridista, siempre existirá la segunda visión.
La del matón con teclado «a sueldo del club» que simplemente se dedica a vomitar texto anteriormente revisado por los encargados de prensa. Y ahí, entonces, ya son un panfleto. Debo decir que lo he vivido en mis propias carnes. El hecho de trabajar para un medio con una determinada línea editorial deportiva ya te sitúa en el bando del mal para el resto de lectores que no entra en tu audiencia objetiva. O conmigo o contra mí.
Lo que no entienden los que hablan desde la barrera, sin haber vivido el mundillo desde dentro, es que es muy diferente dar un matiz a una noticia que manipular la realidad. Porque que el Madrid gane cinco partidos seguidos por 1-0 para unos será visto como una crisis goleadora y para otros, aunque sin eliminar la primera idea, también sea una buena racha en el aspecto defensivo.
Pero todo eso da igual. Porque eres del Madrid y te paga Florentino Pérez. Si en mi escasa carrera yo ya lo he podido sufrir, no me quiero imaginar lo que habrá tenido que escuchar quien dirige este portal como Dani Benavides. Me queda claro entonces que si eres madridista y encima te dedicas a plasmarlo en párrafos, no cabe otra opción que la de estar a sueldo.
Y, sinceramente, solo te queda sonreír -al menos de cara al público-. Porque mientras unos abiertamente defienden una línea editorial, que no es contrario a adecuarse lo máximo posible a la objetividad, otros se disfrazan y caminan cabales con ademanes de superioridad moral, profesional y ética en una exagerada expresión de pedantería y antimadridismo.
Ellos son los que tras su careta objetiva y neutral atacan a diestro y siniestro mientras su subconsciente les impide hablar desde el raciocinio deportivo. Los ejemplos citados anteriormente los revivió Jesús Bengoechea y su portal de opinión a manos de uno de esos caballeros que pelean con la espada manchada de cinismo e hipocresía barata.
Ni el lector ni el periodismo deportivo volverán a reunirse en el kilómetro cero de la estupidez hasta que unos no respeten la calidad de sus contenidos ni hasta que otros alcancen la consideración de que una verdad, por muy verdad que sea, siempre puede mostrarse de dos maneras diferentes que acaban dirimiendo lo mismo.
Salud y Hala Madrid, que por lo visto el dinero en las arcas del Santiago Bernabéu nunca se acaban con tanto matón a sueldo en la lista de plantilla cada final de mes.