Opinión| La decimoquinta obra de arte aguarda para ser moldeada
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La decimoquinta obra de arte aguarda para ser moldeada en Wembley, pero antes es necesario darla un par de retoques, uno en Múnich y otro en Chamartín
En el lienzo del fútbol europeo, donde los colores brillan con la intensidad de las pasiones desatadas en cada gol, el Real Madrid es el maestro que ha tejido con un gran talento una leyenda que se eleva a la altura de Las Meninas de Velázquez, imponente y eterna. Al igual que el famoso David de Miguel Ángel o La Gioconda de Leonardo Da Vinci, la Champions League se establece como la obra de arte inmortal del club de Chamartín.
Ahora, con el lienzo en blanco, el Real Madrid se pone a tono y se prepara para esculpir su decimoquinta obra maestra en su escenario favorito, el europeo. Como si se tratase de un hábil escultor que moldea el mármol con maestría, los de Ancelotti se medirán a un Bayern de Múnich con la misma determinación de un artista obsesionado con perfeccionar su obra.
Un preludio de la grandeza
Un Allianz Arena semejante a un coliseo de batallas épicas se convertirá en el campo de batalla donde el Real Madrid desplegará su caballo de Troya. Con disimulo y estrategia, buscarán aguar la fiesta a los bávaros sembrando la duda y la inquietud en las filas del gigante alemán.
Esto no es más que el preludio de la grandeza que está por venir, ya que el verdadero coliseo, el blanco, el majestuoso Santiago Bernabéu, espera ansioso el regreso de sus gladiadores. Ante su afición, el Real Madrid planea poder completar su obra maestra para después, dar el último toque con su pincel en Wembley.
Como un artista que denomina su oficio con maestría, el Real Madrid se dispone a pintar sobre el lienzo de la Champions League una obra maestra que pretende acompañar a las catorce anteriores, pero que aguarda para ser moldeada una vez más por las manos expertas de esta competición, las del Real Madrid.