#Opinión | Gareth Bale sigue callando bocas
Nunca pensé que fuera necesario escribir un artículo que recibiese este título. «Bale calla bocas». ¿Cuántas veces hemos escuchado y leído esta frase desde que el galés llega en septiembre de 2013? Y es que no ha hecho otra cosa desde entonces. Desde que llegó al Real Madrid estuvo cuestionado y en el punto de mira de muchos medios de comunicación.
Los primeros grandes debates que se generaron entorno a Gareth Bale respondieron a una supuesta actitud subversiva que el galés podría tomar compartiendo vestuario con Cristiano Ronaldo. Se hablaba acerca de los posibles celos mutuos que podría haber entre ambos por convertirse en el líder del equipo en lo futbolístico. Nada más lejos de la realidad, la primera imagen que se vio del galés junto a alguno de sus compañeros fue aceptando con una amplia y sincera sonrisa el recibimiento cariñoso que obtuvo por parte del portugués. Todo siguió con aquella famosa hernia, motivo que llevó a Florentino a tomar una actuación absolutamente excepcional, compareciendo ante los medios para asegurar que nada de eso tenía ni un ápice de verdad ni de realidad. Aquella temporada firmó brillantes y decisivas actuaciones, demostrando ya por aquel entonces su capacidad para marcar la diferencia. Hace goles importantísimos en finales como la de Copa del Rey en Mestalla ante el Barcelona y la de Lisboa ante el Atlético en la que levantamos la tan ansiada Décima. Bale calló muchas bocas aquella temporada y lo siguió haciendo en las siguientes. En la 2015-2016 es uno de los mejores jugadores del equipo, y en siguiente le pasan factura las fortuitas lesiones. La final de Kiev tiene un nombre propio y es Gareth Bale.
Como he venido contando, Gareth lleva callando bocas desde el mismo día que pisa por primera vez el Bernabéu, pero creo que nunca ha dejado más en evidencia a sus detractores que tras el partido de Kiev ante el Liverpool. La Decimotercera la gana él. Sorprende la ausencia de su segundo tanto en el ranking de mejores goles de la pasada edición de la Liga de Campeones. Honestamente pienso que es el mejor no sólo de la Champions 2017-2018 sino que es también el mejor de la historia de la competición. Durante la temporada pasada Bale fue, junto a Benzema, la principal diana de parte de la prensa. El Expreso de Cardiff ha sufrido la ira interesada de parte de la prensa durante estos años, y muchos madridistas lo hemos venido denunciando.
Hace tan sólo unos meses todo hacía presagiar que su fin en el Real Madrid estaba muy cerca. Se le atizaba sin piedad, siendo la pasada campaña el momento más álgido de esa persecución y caza de brujas que Bale lleva padeciendo desde que defiende el escudo merengue. Se decía que el galés no había mostrado compromiso alguno desde que aterrizó en la Castellana, argumento más que falso dado que Gareth es uno de los jugadores que más profesionalidad ha demostrado en las últimas décadas blancas. Su compañerismo ha sido digno de alabanza después de que reputados periodistas como Manolo Lama emprendieran campañas contra Bale con la única intención de que jugaran los jugadores españoles, actitud xenófoba donde las haya. He de matizar que ninguna culpa tienen esos jugadores nacionales que Lama quería imponer en el once, ellos también han sido y son muy profesionales. Encuestas que menospreciaban y cuestionaban a Bale abundaban en las redes sociales de algunos medios de comunicación y portadas de AS del tipo «la afición vendería a Bale» fueron también algunas de las perlas que pusieron al galés en el punto de mira de manera injusta.
Insultos y faltas de respeto a Bale eran constantes y continuas al mismo tiempo que sus apoyos en el Bernabéu tristemente eran exiguos, puesto que los pitos se expandieron. Muchos también le atacaron por no ofrecer entrevistas en español. Gareth habla perfectamente el castellano, pero es sabedor de las intenciones que buscan muchos periodistas así como de las malinterpretaciones que se pueden llevar a cabo y por ello públicamente habla en inglés, su lengua materna. Sin embargo, desde Kiev el cuento ha cambiado y es ahora la figura en la que todo el madridismo confía. Muchos ya sabíamos de lo que era capaz de hacer, más que nada porque ya lo había hecho, pero los que hasta ese momento denotaban ojos ciegos ante el fútbol de Bale pudieron rectificar disfrutando de su exhibición ante el Liverpool.
Bale no guarda rencor a su estadio. Es un tipo comprometido con el Real Madrid y que tiene un cariño muy especial no sólo al club sino también a la afición blanca. Lo mismo podemos decir de Benzema. Son dos futbolistas a los que tengo mucho cariño y jamás he dudado de ello y esta temporada nos van a dar la razón (otra vez) a los que tanto les hemos defendido. Bale disfruta de una racha demoledora desde semanas antes del partido de Kiev. Y aquella chilena por supuesto jamás caerá en el olvido de los madridistas, aunque sí lo haya hecho para la UEFA. Esta temporada Bale sigue «on fire» y nuevamente va a ser alguien determinante para que este equipo siga haciendo historia y nosotros podamos contiunar disfrutándolo. Para mí el galés es uno de los mejores fichajes de la historia del Real Madrid, en la que ya ha quedado grabado su nombre. ¡Bale, eres uno de los nuestros!
Fotos: Realmadrid.com