Opinión | El Real Madrid busca reivindicarse en Balaídos
Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
El conjunto blanco afronta una semana en la que disputará tres partidos de alto nivel con el objetivo de ganar y transmitir mejores sensaciones sobre el césped. El enfrentamiento ante el Celta es la primera piedra en el camino del Real Madrid para superar la prueba
El Real Madrid tiene un gran compromiso con el calendario durante los próximos siete días. En Valdebebas ya preparan tres partidos que son vitales para dar un golpe sobre la mesa y revalidar el estilo de juego del equipo. Hasta ahora, luces y sombras. El inicio de temporada ha estado marcado por la irregularidad en los resultados y un buen nivel de fútbol que sólo aparecía según qué momentos.
Después del parón internacional en el que los futbolistas han estado con sus respectivas selecciones, el balón vuelve a rodar en las competiciones de clubes. Los hombres de Carlo Ancelotti visitan Balaídos este fin de semana para enfrentarse al Celta, el martes, Champions League en casa frente el Borussia Dortmund, y para culminar, el sábado 26 de noviembre reciben al FC Barcelona en el Santiago Bernabéu.
La exigencia es máxima, más aún si juegas en Chamartín, donde el estadio aprieta al máximo cuando no se cumplen las expectativas. Es cierto que la victoria ante el Villareal el pasado 5 de octubre sirvió para calmar un poco las aguas después de sufrir una dolorosa derrota ante el Lille en Liga de Campeones. Los merengues mantenían hasta entonces una racha de 37 partidos invicto, o dicho de otra forma, 258 días sin perder. Una estadística que se consagró durante el curso anterior gracias al excelente rendimiento de los jugadores y que sirvió para levantar Liga y Champions.
En Agosto la ilusión se palpaba en el madridismo. Lo que ya era un equipo plagado de estrellas, con la incorporación de Kylian Mbappé, se ha convertido en una plantilla galáctica. Debe ser complicado para Ancelotti planear el once inicial de cada jornada. Con una formación u otra, el banquillo está repleto de efectivos que podrían ser perfectamente titulares en cualquier club grande de Europa. No obstante, al echar un vistazo sobre el medio del campo es fácil reconocer la carencia que padece este Real Madrid; Toni Kroos.
Las botas del alemán han sido durante muchos años el timón de este equipo. Esas míticas adidas blancas omnipresentes en cada esquina del terreno de juego. Su retirada ha sido un gran varapalo en la entidad madridista y todavía es complicado adaptarse a esta nueva situación. Carletto lleva varios meses en busca de una solución con la que disimular esta carencia. De hecho, ha intentado asignar el rol de Kroos a otros futbolistas como Aurélien Tchouamení, Luka Modric o incluso Fede Valverde. Hasta el momento, estas alternativas no han funcionado como se esperaba.
Lo que está claro es que estas semanas no han sido una desconexión para Ancelotti. Mientras trabajaba en Valdebebas con los jugadores no convocados por sus selecciones, en su cabeza deben rondar varias estrategias con las que perfeccionar el juego colectivo. A su favor, cuenta con la dilatada experiencia de ser uno de los mejores entrenadores de la historia, así como una plantilla que derrocha calidad y que le permite mucho margen de maniobra. Eso sí, perder más puntos avivará las críticas y manchará la imagen del proyecto. Será en Vigo donde el Real Madrid, de nuevo, se someterá a examen.