Opinión | El carro

20 septiembre 2019 - 11:00
Opinión | El carro

No, este artículo no versa sobre la mítica canción del tristemente fallecido Manolo Escobar, aunque pudiera. De todos es conocido la versatilidad imperante en nuestro idioma por la cual, un mismo vocablo, puede devolvernos diferentes significados.

En este caso, hablemos de lo que la palabra “carro”, nos aporta dentro de las esferas deportivas.

El año pasado pudimos observar cómo se utilizaba la frase: “tirar del carro”, para apuntar que un jugador pusiera toda su fuerza y saber hacer en favor de su equipo, que desde su esfuerzo y gallardía, diera al equipo un “plus” de calidad y le sacara de un mal momento, ese jugador no era otro que Marco Asensio, que con 22 años y tras una aparición fulgurante en nuestro club, se le quiso condenar tras una entrevista que le hiciera el otrora madridista Jorge Valdano.

Ese afán por buscar a alguien que “tirara del carro” ya nos dio algún que otro quebradero de cabeza a los aficionados blancos, divididos hasta la enfermedad de un tiempo a esta parte.

Y de esta división permanente entre los aficionados del club nace otro de los usos que hoy en día se le está dando a la palabra que titula esta humilde opinión, “subirse al carro”.

En los últimos tiempos te puedes “subir o bajar” al carro de un jugador, de una alineación, de una delantera, de un equipo, etc. De un tiempo a esta parte puedes “subirte o bajarte” del carro del Real Madrid, C.F. pero me gustaría analizar esta situación.

Todo el madridismo podemos nombrar de memoria tres o cuatro épocas de gloria de nuestro club, concretamente de la sección de fútbol. A nadie se nos escaparía nombrar el Real Madrid de Di Stefano, el Real Madrid “ye-ye”, “Los García”, La Quinta del Buitre, el Madrid de “Los Galácticos”… y, por supuesto, el Real Madrid de las 3 Champions seguidas.

Todos estos equipos llenaron nuestros corazones de ilusión, de alegrías, de vivencias que podremos contar a nuestros sucesores, todos ellos subieron a lo más alto y contribuyeron a hacer del Real Madrid, C.F. lo que es hoy, el mejor club deportivo de la historia, pues bien, todos ellos, como es natural, tuvieron su ocaso y a todos ellos se los mató, de todos ellos hubo detractores, del ocaso de todos ellos, los “buitres”, quisieron sacar tajada, por lo tanto, podemos afirmar que al “barco” de todos y cada uno de ellos hubo gente que se subió en las buenas y, por supuesto, se bajó en las malas.

Hoy en día uno se harta de leer y escuchar a auténticos “gurús” ya no sólo del fútbol, sino de las finanzas y la gestión de clubes. Uno se cansa de leer a tantos y tantos que, de saber tanto como proclaman, no entiendo cómo no están ellos en el lugar de Zidane, de Valverde, de Simeone, Klopp o Conte. No entiendo como no son los CEO de Zara, Apple o Amazon y, sobre todo, lo que no entiendo es por qué siguen empeñados en seguir a nuestro equipo.

Desde estas líneas no trato de anular el pensamiento crítico de todos nosotros, ni mucho menos, únicamente intento propagar madridismo, coraje y, sobre todo, sentido común. Queridos, esto es un deporte, unas veces se gana, otras veces se pierde. Unos años el club es capaz de juntar a esos 15 o 20 elegidos y otras veces tenemos que esperar a que eso suceda, pero siempre, SIEMPRE, ese club está ahí, es el que más y más veces está ahí, en lo más alto, representándonos a todos.

Para el Real Madrid no existe un barco en el que se pueda subir o bajar cuando se nos antoje, cuando se fiche a tal o cual jugador, cuando se gane tal o cual título. Para el Real Madrid se nace, se vive, se disfruta y se sufre. El que no esté dispuesto a alguno de estos cuatro estados, que no se lo piense, que deje sitio y sobre todo, que si es tan osado como para criticar, que lo haga desde el respeto, sin insultar… esto es el Real Madrid, C.F. ahora y siempre.

¡HALA MADRID!

 

Texto: Pedro Glez

Foto: GABRIEL BOUYS/AFP/Getty Images

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