Opinión | Castigo al que ahorra, perdón al que despilfarra
Sonaba a broma cuando, allá por dos mil quince, el ministro de economía griego Yanis Varoufakis pedía a la Unión Europea que perdonara la deuda griega. Más de cinco años de despilfarro manirroto, falsificación de balanzas y ocultación de gastos totales para que, en medio de una crisis que nos tenía a todos con el agua al cuello, vengan quienes peor se han portado, los que menos han medido, para decir que no, que empezamos de cero. Como quien echa un órdago a grandes con tres pitos y le cazan. Ya sabes, hoy toca pagar el café.
Todos nos hubiéramos llevado las manos a la cabeza si por entonces mi tocayo Draghi hubiera aceptado las propuestas del economista griego. Porque no tiene mucho sentido castigar al que ahorra y perdonar al que despilfarra.
El pasado martes, Florentino Pérez comparecía ante el sermón de la Morena después de bastante tiempo sin sentarse pausadamente ante un micro. Hubiéramos preferido que, después de este lapso, hubiera sido en medios que no tiren tantas piedras hacia el club, pero ese es otro tema.
No merecen dejarles audiencia ni titulares; sin embargo, uno de ellos fue la noticia de que el Madrid no gastará en verano cien millones de euros más de los que ingrese. Como no podía ser de otra forma, Twitter_RM y la horda de pseudomadridistas -que diría Don José- echaban bilis al tiempo que criticaban la gestión de nuestro presidente. Que si cubierta retráctil, que si obras del estadio, que si nosotros somos los más fuertes.
Nada más allá del buen equilibrio de presupuestos de Florentino. A saber, a principios del año pasado, la Asociación de Clubes Europeos se puso de acuerdo para profundizar más en el Fair Play Financiero (FPF) propuesto desde 2015 por la UEFA. Entre las medidas a llevar a cabo, la ya nombrada restricción a cien millones de euros de déficit anual. Que si ingresas doscientos millones, solo podrías gastarte trescientos, vaya. Sin embargo, esta medida aún no ha sido aprobada por la UEFA, y muestra de ello es que hasta ahora, solo está disponible el reglamento financiero del citado año.
A pesar de no estar en vigor, desde la Castellana parecen seguir a rajatabla los principios dictados por el máximo órgano europeo, aunque ello suponga un hándicap evidente de nuestras aspiraciones. Y es que si otros clubes se lo saltan a la torera, si no se respetan las normas y el órgano sancionador pasa de ello -hasta ahora, ni una sentencia en contra de clubes como City o PSG, cuyos desembolsos conocemos…- es imposible competir en igualdad de oportunidades.
La pantomima de los cien millones de déficit anual es de broma. ¿De qué sirve haber hecho bien los deberes en los años previos?, ¿qué se hace a partir de ahora, borrón y cuenta nueva?, ¿anulamos el órdago a grandes con tres pitos? No, no es justo. El Real Madrid, desde antes de obtener la Décima, tiene un saldo negativo inferior a los 90 millones de euros: es decir, el Madrid en los últimos seis años ha tenido un desembolso anual de 15 millones. Menos, incluso. Ni que decir de los resultados obtenidos. Por su parte, clubes como Barcelona, París Saint-Germain, o los dos equipos de Manchester, entre otros, se han gastado entre dos y tres veces lo ingresado en ese mismo periodo. Ahora pretenden que no cuente, que todo se olvide, que se perdone el despilfarro.
Señores de la UEFA, dedíquense a mirar la procedencia de los ingresos de distintos clubes, controlen el amaño de partidos, hagan que la legislación actual de FPF realmente se cumpla, pongan las finales europeas donde realmente se asegure un espectáculo y no se ponga en riesgo la seguridad de los aficionados. Propongan, a largo plazo, una Superliga europea al estilo del baloncesto americano, con límites salariales y licencias a pagar. Pero no pretendan, de un año para otro, hacer tabla rasa y que todos empiecen desde el mismo punto de partida, porque de este modo solo castigan al que se preocupa por cumplir el reglamento.
Texto: @mario_ebq
Foto: Diario GOL