Opinión | Camavinga cae de pie
Nadie le esperaba, pero no por ello va a ser menos necesario. Y lo cierto es que, en cuestión de tres partidos, Eduardo Camavinga se ha ganado la confianza y el cariño de todos. No ha jugado aún de titular y apenas tiene 18 años, pero el centrocampista francés ya sabe lo que es marcar, asistir y ayudar a remontar un partido. Más allá de sus cualidades, que parecen muchas, el chico contagia alegría, y da la sensación de tener un maravilloso futuro por delante, al igual que muchos otros jóvenes que están llamando a la puerta de Ancelotti.
Hasta el 31 de agosto puede que gran parte del madridismo no supiera quien fuera. Pero ha bastado verle un rato en acción para que la ilusión sea total. Camavinga disfruta dentro del campo pero también fuera, demostrando el motivo por el que rechazó ofertas de más dinero para cumplir su sueño. Pero ante todo, es un futbolista con una pinta espectacular. Pese a su edad no se pone nervioso; pide la pelota, aparece desde segunda línea y se atreve con todo. Y además viene a cubrir un puesto en el que el equipo no tenía sustitutos las últimas temporadas. Y no solo va a servir para dar descanso, sino que ya ha demostrado ser capaz de adaptarse al ritmo del equipo, sin que la presión le afecte lo más mínimo.
Se estrenó a lo grande, en el regreso del fútbol al Bernabéu. Apenas llevaba un par de entrenamientos con el primer equipo, pero Ancelotti le hizo debutar mediada la segunda parte. No solo no le pudieron los nervios, sino que anotó su primer gol como madridista y demostró complicidad con sus compañeros. Puede que un simple gol no sea todo, pero si viene a demostrar que, mientras otros se esconden a causa del miedo, este chico tiene la personalidad de saltar al mejor estadio del mundo, coger el balón y ponerse a jugar como si lo hiciera en el patio de su casa. Es lo que tiene cumplir un sueño.
Por si alguno pensaba que era un espejismo, en su segundo partido dio la asistencia a Rodrygo para ganar al Inter de Milán. Pero, además del pase en el gol, él mismo inicio la jugada, y durante 15 minutos monopolizó la pelota en el centro del campo, cambiando radicalmente el ritmo del partido. Y por si fuera poco, lo volvió a hacer en Mestalla, otro escenario complicado…y con el Real Madrid cayendo por 1-0. Su salida fue nuevamente el mejor revulsivo; de nuevo acaparando protagonismo, dando fluidez y ritmo al juego, e iniciando varias jugadas peligrosas. No es casualidad que otra vez la victoria llegara tras su salida al campo. Una salida que se produjo antes que la de otros futbolistas más contrastados, como por ejemplo Asensio o Isco, prueba de que se ha ganado merecidamente la confianza de Ancelotti.
Hay jugadores que tardan en arrancar y que incluso nunca lo terminan de hacer, mientras que otros caen de pie. Y este último caso es el de Camavinga. Es pronto, y la paciencia es necesaria en su caso como en el de todos los jóvenes, pero hay licencia para ilusionarse. Le ha dado otro aire al equipo, está entusiasmado y ha conectado rápidamente en el vestuario. El propio Ancelotti lo ha dicho en rueda de prensa, y ante el Mallorca podría estrenarse como titular. Mientras todos esperaban a Mbappe, la dirección técnica del club se sacó de la chistera un fichaje que puede convertirse en el más rentable de los últimos años, pero sobre todo, uno de los más necesarios.
Foto: PressinPhoto / Imago