Opinión | Bienaventurados los locos

16 abril 2025 - 19:29
El Real Madrid espera obrar un nuevo acto de fe esta noche en el Santiago Bernabéu.

REAL MADRID

Lo que tengas que hacer, hazlo pronto

Ya comienza. El café no sabe. Los coches no rugen. Los perfumes no huelen. Los golpes no duelen. No se escucha lo que dicen, y lo que dicen no te habla. Sólo existe un zumbido creciente en tu sien, negando al lóbulo occipital la capacidad de procesar tu vista. Todavía no entiendes lo que sucede. Quieres mirar al techo pero sólo ves tus pies. ¿Todavía no lo sientes?

No has soñado esta noche como sueñas normalmente, y tampoco has descansado como siempre. El abstracto está reclamando forma y materia, lo que era rojo ayer hoy comienza a verse verde y las figuras de lo que te rodea parecen derretirse. El delirio consume el suelo bajo tus pies y te cuesta caminar, pero no eres capaz de sentarte. ¿Todavía no te das cuenta?

Tu reloj no va a la misma cadencia que los de los demás, después de un tic a veces no viene un tac; y la mañana pasa a trompicones. El norte y el sur bailan a tu alrededor siguiendo una danza incomprensible. Suenan melodías hipnóticas a la vuelta de la esquina, las trompetas te llaman sobre ritmos imposibles de identificar. ¿Todavía no lo escuchas?

—Adonde yo voy, vosotros no podéis venir.

Ya viene. Es Miércoles Santo. Quizá no creas en Dios, pero hoy eres un cofrade más, un adorador de las bengalas, un costalero del autobús, penitente de camisa impoluta y cruz en el pecho. ¿Todavía no lo sabes? Hoy, en el día que traicionaron a Cristo por treinta monedas. Hace exactamente siete días fue el apocalipsis en Londres, con un treinta separado por un guion, pero hoy, si el Buitre no está bien, ¡salgo yo! La frase de Juanito te posee, se está apoderando de tu psique, tus pies no tocan el suelo. Se difuminan los colores del mundo para convertirse en lo que son realmente, luz blanca, flashes con visiones del pasado. Tu abuelo vio a Di Stefano y Butragueño, tu padre vio a Zidane y Raúl, tú viste a Cristiano y a Benzema, pero no necesitabas pruebas. Estás loco.

—Tú lo has dicho.

Los números mandan hasta que se abren las puertas del Manicomio. No existe la razón. La historia se convierte en un aliento que se cuela entre los huesos de los jugadores, el espíritu de las noches de Champions pasadas. No existe el miedo. Bienaventurados sean los locos, porque de ellos será el Reino de los Sueños. Allí donde todo es posible.

Ya está aquí. Es el Real Madrid. ¿Todavía no crees?

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