#MiradaBlanca | Un verano tranquilo en medio de los maremotos

11 agosto 2018 - 17:00
#MiradaBlanca | Un verano tranquilo en medio de los maremotos

Este miércoles se confirmaba una baja ya anunciada en el Real Madrid Baloncesto. Tanto Dino Radoncic como el San Pablo Burgos confirmaban en sus redes sociales la cesión del canterano al cuadro de Epi. En condiciones normales convendría esperar a la confirmación del cuadro merengue, pero, a diferencia de en el fútbol, el Real Madrid baloncesto no suele oficializar de forma públicas las cesiones.

Con esta salida parece que se cierra definitivamente la plantilla del equipo para esta temporada ya que todo hace indicar que finalmente será el canterano Melwin Pantzar el que ocupe el puesto de tercer base en el equipo. En definitiva, que con las renovaciones de Rudy, Campazzo y Thompkins y los fichajes de Prepelic y Deck antes incluso de comenzar el verano, nos encontramos ante el mercado estival más tranquilo que se recuerda en La Casa Blanca. Un alivio para los aficionados blancos y un auténtico calvario para los articulistas que en esta etapa sin basket no sabemos ni de que escribir.

Y es que esta tranquilidad contrasta bestialmente con las continuas marejadas que se están viviendo en la sección balompédica. Una sección de fútbol que además de sufrir bajas de calado está también sufriendo el acoso de los incesantes rumores periodísticos.

Sin embargo, y aunque es verdad que el eco de lo que sucede en el baloncesto es un millón de veces menor a los que sacuden el fútbol, que nadie se piense que esta calma es la habitual en el Madrid de los canastos. Y es que pese al periodo exitoso que está atravesando la sección, desde la llegada de Pablo Laso las marejadas han sido continuas. No hay que olvidar que los periodos estivales en Baloncesto duran más que en fútbol por lo que las oleadas a pesar de ser de menor intensidad también duran más en el tiempo.

Durante estos años los maremotos han sido continuos: ya en el primer verano de Laso tras su llegada como entrenador, el técnico vitoriano tuvo que lidiar con el maremoto del fichaje de Tomic por el Barça, un oleaje solo aplacado por la llegada de Rudy a Madrid. Pero si ha habido un caso parecido con lo que está sufriendo hoy el fútbol con Modric ese fue el de hace dos años con Ayón. Entonces el mexicano forzó tanto la situación que por momentos parecía tener los dos pies en Turquía(algo que el Madrid, por cierto, no pudo -o no quiso por razones jurídicas- evitar en el caso de un madridista como Slaughter). Entonces solo el hecho de que Ekpe Udoh estaba haciendo exactamente lo mismo con Fenerbahçe, permitió que Ayón se quedara en Madrid.

Claro que mucho peores que esos son los maremotos que de vez en cuando vienen del otro lado del Atlantico y que además pueden producirse en cualquier momento de la temporada. Son auténticos tsunamis que rara vez no arrasan todo. De hecho, la primera vez que la NBA nos atacó se produjo tras las dos finales de Euroliga perdidas y acabaría con los huesos de Nikola Mirotic en los Bulls. Una circunstancia que se repetiría hace un par de años con el Chacho y que mandaría a Sergio Rodríguez a Philadelphia antes de la multimillonaria oferta de CSKA.

Con Luka Doncic, que este verano ha cogido las maletas rumbo Dallas, las oleadas han sido intensas incluso antes de que pudiera marcharse a la NBA. Hace tres veranos se rumoreaba que su padre Sasa le presionaba para irse a la NCAA antes de recalar en Estados Unidos y durante esta temporada las quinielas sobre el draft han sido tan continuas que en una fase de la temporada parece que llegaron a desestabilizarle debido a su juventud.

Todo ello por no hablar de casos “menores” como los de Singler, Mejri o Willy Hernández, jugadores de los que el Madrid no quería desprenderse pero que prefirieron vivir el sueño americano antes de intentar ser una pieza importante en el Madrid.

Con esto lo que quiero es trasladar tranquilidad a los aficionados del fútbol. No todos los jugadores (prácticamente ninguno) van a renunciar a aumentar su sueldo por vestir la elástica blanca. Así pues, a partir de ahora en vez de cabrearos con los Ayón de turno por buscar lo que cualquier profesional busca(mejorar sueldo y estatus), seguid aplaudiéndoles pero reservando vuestros altares a esos unicornios que aparecen muy de vez en cuando y que llevan el nombre de Llull a la espalda. De esta forma, los títulos y en especial las Champions y Euroligas seguirán llegando.

Texto: @jmcanasv

Foto: AS

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