#MiradaBlanca | La mejor noticia del año
Querido Sergio,
El pasado 10 de Agosto se rompía tu rodilla y con ella millones de corazones. Solamente el saber que íbamos a estar huérfanos de tu dirección, de tu juego y de tus mandarinas nuestras opciones de hacer algo grande se habían reducido. No en vano, eras el último MVP de Liga, Copa y Euroliga (que se dice pronto), algo que nadie había conseguido en la historia, ni Spanoulis, ni Jasikevicius… Nadie.
Pero no nos engañemos, lo de menos era perderte en la cancha porque tú, Sergio, eres mucho más que nuestro jugador franquicia, eres nuestro líder, la persona que levanta a la grada cuando las cosas van mal, aquel en el que apoyarse cuando todo parece perdido porque sabemos que eres un mago capaz de sacarse un último conejo de la chistera (en Valencia lo saben bien). Tú, Sergio, eres nada menos y menos que nuestro corazón.
Es por ello por lo que parece poco menos que un milagro que el equipo esté logrando la temporada que está completando. Sin ti, sin su líder, el equipo ha logrado alcanzar la final de la Copa del Rey, ir líder destacado en Liga y está realizando una Euroliga más que digna. Meritazo teniendo en cuenta que algunos de aquellos que en principio estaban llamados a paliar una mínima parte de tu ausencia (que nos olvidáramos de ella, aunque fuera un solo segundo, es imposible) como Randolph, Ayón o ahora el Facu han estado fuera de batalla durante meses.
Pero todos estos obstáculos, aunque nos hayan hecho más fuertes en lo moral también nos han hecho daño y ahora el equipo parece más necesitado que nunca de liderazgo. Porque, no nos engañemos, el capi es mucho capi, pero a sus 38 castañas tampoco le podemos pedir que en todos los partidos derribe el Partenón como Sansón hizo con el templo.
Es por eso por lo que el anuncio de tu vuelta resulta tan importante. Para el madridismo verte de nuevo de corto supondrá una sensación parecida a la que sintieron los habitantes de Chicago cuando tu héroe de la infancia, aquel por el que llevas el 23 a la espalda, decidía dejar el bate de béisbol para volver a arrasar a lso rivales en una cancha de baloncesto. Más vale que los cimientos de nuestro Palacio estén bien asegurados, porque no te quepa duda que cuando Pedro Bonofiglio haga sonar tu nombre por los altavoces el WiZink Center correrá riesgo de derrumbe por el estruendo salido desde la grada. Y es que, que nadie se engañe, pase lo que pase en lo que queda de temporada, se gane lo que se gane, tu regreso a la pista va a ser la noticia más importante del año.
Somos conscientes de que tras ocho meses parado es casi imposible que, de momento, puedas echarte el equipo a la espalda como siempre has hecho (para el resto no sería difícil, sino imposible, pero para ti esa palabra no existe), pero el solo verte en el banquillo en vez de en esa maldita grada será ya un impulso importante para todos. Y es que aunque no sabemos todavía si Pablo se decidirá a darte entrada ante el Panathinaikos, estamos seguros de que si lo hace, con solamente verte en cancha a los Calathes, Gist, James, Pascual y compañía les temblarán las piernas. No en vano, si el Cid ganó batallas de muerto, contigo, recién recuperado, la guerra seguro que será nuestra.
Texto: @jmcanasv
Foto: Gigantes del Basket