Mirada Blanca | Ahora más que nunca, ¡Fuerza Llull!

9 febrero 2020 - 10:52
Mirada Blanca | Ahora más que nunca, ¡Fuerza Llull!

Hay que estar ciego para ver que Llull no está bien. El balear está en un momento desastroso. De hecho, con casi total seguridad este es el segundo peor momento de toda su carrera sólo por detrás de esos durísimos meses que pasó recuperándose de su lesión. A veces tomando malas decisiones sí, pero también otras muchas fallando tiros que hasta hace poco era impensable que pudiera fallar. Todo esto ha provocado una crisis tremenda de confianza en el segundo capitán blanco que parece saltar a la cancha totalmente atenazado y bloqueado justo en el peor momento: a menos de una semana para la Copa del Rey.

Este terrible momento del de Mahón ha hecho que las críticas hayan comenzado a arreciar. Muchas lógicas y que simplemente dejan constancia de los malos partidos que está jugando. Sin embargo, otras muchas han sido totalmente desmedidas y dañinas para un jugador que no ha dudado en responder con ironía a algunos de sus haters pero al que sin duda la presión le está ahogando.

Durante estas semanas parte del «madridismo» tuitero no ha dudado en machacar a Llull. Palabras tan gruesas como ruina, rémora, culpable y demás han aparecido en Twitter con destino al aeroplano de Mahón. Descalificativos totalmente injustificables que van más allá de críticas deportivas y, lo que es peor, que parece que cada vez van a más.

Sergio Llull ha sido y es un jugador histórico, una leyenda a la que le debemos estos años de triunfos que han supuesto la tercera era dorada del club. Junto con Felipe Reyes y Jaycee Carroll es el único jugador que lleva desde el día 1 de forma ininterrumpida con el entrenador vitoriano y ellos, junto con Rudy Fernández, han sido la columna vertebral de un equipo que ha conquistado nada menos que 2 Euroligas, 5 Ligas, 5 Copas del Rey, 1 Intercontinental y 5 Supercopas. Dieciocho títulos conquistados con el menorquín como punta de lanza a los que Llull puede añadir la Liga y la ULEB conquistadas con Joan Plaza en su primer año de blanco.

Solamente estos 20 títulos añadidos a las vitrinas blancas ya deberían obligar respeto para alguien que lleva siendo segundo capitán blanco desde que apenas contaba 22 añitos y cuya capitanía supo ejercer desde el primer momento echándose el equipo a las espaldas en esa dura y extraña temporada en la Caja Mágica. Desde entonces los Llull, Llull, Llull que ya se oían en Vistalegre comenzaron a resonar partido tras partido en las gradas del Palacio celebrando las actuaciones de un 23 que ha sido el jugador más parecido a la exestrella de los Bulls en cuanto a liderazgo y espectacularidad que ha pasado por el equipo blanco.

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Foto: ANDREJ ISAKOVIC/AFP via Getty Images

 

Pero si en su cancha su actuación ha sido espectacular, fuera de ella no lo ha sido menos. Y es que pocos jugadores han honrado más al brazalete de capitán y han mostrado más amor a los colores que Sergio Llull cuando, verano tras verano, decidía rechazar ofertas multimillonarias desde Houston que le habrían permitido jugar en la NBA y mejorar ostensiblemente su cuenta corriente. Sin embargo, Llull siempre permaneció impasible dando gracias al General Manager de los Rockets, Daryl Morey, pero mostrando su intención de seguir en Madrid. Una actitud que debería obligarnos moralmente a los madridistas a darles las gracias todos los día.

Pero no se engañen, no todo lo que hay que agradecerle es fruto del pasado y, mucho menos, logrado por ese Llull prelesión. Ya nada más volver Sergio Llull fue el principal responsable de que el equipo madridista lograse meterse en la Final Four de Belgrado donde, finalmente, se lograría la Décima. Desde entonces, y aunque sin llegar a su nivel pre lesión ha seguido ofreciendo grandes actuaciones decisivas como aquel segundo partido de la final del año pasado en la que cuando todos esperábamos que lanzara en suspensión para forzar la prórroga ante el Barça se sacó de la chistera un pase en bandeja para que Carroll sentenciase el partido y media final.

Porque no, no se engañen. Llull está mal, ya lo hemos dicho, pero el capitán se recuperará. Seguramente no al nivel de crack mundial que tenía antes de la lesión, pero volverá a ser un jugador clave. No en vano no es la primera vez que deja a sus críticos con el culo al aire:

  • Cuando la pasada década tuvo una grave lesión que hizo que sus mates estratosféricos fueran cosa del pasado muchos dijeron que ya no sería el nuevo Herreros, un jugador capaz de liderar al equipo.
  • Cuando demostró que era un líder nato se le acusó que no sería como Bullock, que sería incapaz de meter tiros sobre la bocina que ganasen partidos.
  • Cuando Laso le puso como base, la gente dijo que eso era maniatarle, que se convertiría en un jugador vulgar y anárquico incapaz de asistir.
  • Cuando hizo una pésima final en Milan algunos pidieron que se le echase, que no serviría para liderar un proyecto ganador. Que la Euroliga con él en plantilla era imposible.
  • Cuando la NBA llegó a sus puertas, la gente dijo que ahora se vería su madridismo. Que en cuanto le ofreciesen agitar una toalla en Houston, Llull iría nadando.
  • Cuando tuvo su grave lesión hace dos años, el rumor de que no volvería a jugar fue insistente y cuando, tras recuperarse, Laso le convocó para el esencial segundo partido ante el PAO medio Twitter Madrid se llevó las manos a la cabeza diciendo que era tirar la eliminatoria.
  • Cuando el pasado verano, Scariolo decidía llevarte a la selección y además le colocaba como perro de presa de un hasta entonces imparable Patty Mills, los espectadores no lo entendieron y pensaron que tiraba el partido.

Estas son tan solo algunas de la infinidad de veces que has callado a tus haters, Sergio, así que no te preocupes y sigue mirando hacia delante como siempre has hecho, porque volverás a callarles. Porque te necesitamos de vuelta y sabemos que más pronto que tarde (quien sabe si en la propia Copa del Rey en la misma ciudad donde hace 5 años metiste tu primera mandarina decisiva) volverás a ser una pieza clave de un equipo que va a seguir ganando contigo al frente del mismo. Ahora más que nunca, y recuperando esa frase que tantas veces te dijimos durante tu recuperación, ¡¡¡Fuerza Llull!!!

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