#Minuto93 | Roma – Real Madrid (Champions League 2018-19)
1- aRoma a Champions: andan los seguidores del fútbol internacional proclamando que no es la mejor temporada de la AS Roma. Tampoco lo es del Madrid y sin embargo ha firmado un global de 5-0 ante el rival más fuerte de su grupo. Definitivamente, aquí radica la grandeza de este club: en el gran océano de la Champions, donde otros se ahogan, los blancos siempre llegan a buen puerto.
2- Llorente, Marcos: el árbol genealógico de futbolistas en la familia Llorente Grosso ha dado para mucho, desde extremos veloces hasta delanteros de leyenda. Aún faltaba una rama, la del mediocentro puro, ese jugador a la vieja usanza capaz de dar criterio en la salida del balón y de guardar las espaldas a sus compañeros. Ese es Marcos Llorente, otro ejemplo surgido de ‘La Fábrica’, concretamente de la misma cadena de producción que Nacho o Lucas Vázquez: tiene cualidades, entrena como nadie, calla cuando no juega y habla sobre el césped cuando el entrenador lo requiere.
3- Ambiente arIsco: Y sí, mientras leo esa definición es imposible no recordar a la otra cara de la moneda. No han pasado doce horas desde la clasificación a la siguiente ronda y los diarios digitales, siempre hambrientos de polémica, ya desayunan el tema Isco. El malagueño se fue a la grada, y muchos aún no entienden que no es por una cuestión de aptitud, sino de actitud. Solari tendrá defectos, pero entre ellos no se encuentra la estupidez. Si no cuenta con Isco será por algo.
4- Descuido olímpico: de todas formas, Isco puede sacar algo bueno de esa ausencia: el Olímpico no parecía el mejor tapete para desplegar su juego, con un césped lamentable. La Roma cedió el recinto para un partido de rugby y se encontró con el mismo panorama que cuando dejas tu casa para una fiesta; no has disfrutado de ella y encima te toca reparar los desperfectos. A veces parecía que en lugar del balón estrellado había uno ovalado del Seis Naciones.
5- Sufriendo, que es gerundio: anda el Madrid tan tocado que a la Roma le bastaron unos minutos de exaltación en la primera parte para poner en aprietos a los blancos. Fue ahí cuando Varane, Carvajal y Ramos recordaron, a los aficionados y a sí mismos, que no se les ha olvidado defender.
6- Un muro: esos minutos del primer acto no acabaron en zozobra, en gran parte, gracias a Courtois. Parece curioso que al belga le repitan desde algunos sectores que el Madrid y su selección han encajado muchos goles en los últimos partidos, como si en Eibar Thibaut no hubiera estado a la altura. En estos casos sólo recuerden un dato: el mejor portero de la historia de este club, Don Iker Casillas, sólo ganó un Trofeo Zamora.
7- El chico de los recados: igual te hace una ayuda en defensa que aparece en el área contraria con alma de ‘9’. Hay una parte del madridismo que se empeña en desprestigiar a Lucas Vázquez, sin tener en cuenta que un jugador de estas características es, para cualquier entrenador, maná en el desierto. Habrá pocos chavales que se compren su camiseta, pero si volviera a mi infancia lo tendría muy claro: de mayor quiero ser como Lucas.
8- Vale para Bale: otro de los que parece tener más culpa que nadie por el 3-0 de Eibar. Gareth volvió a demostrar que, lejos de lo que muchos le critican, sí antepone el bien colectivo a su deseo personal. Se plegó a la necesidad de Solari para jugar en la banda izquierda, se fajó en defensa, hizo el 0-1, estuvo cerca del 0-2 y dibujó junto a Benzema el tanto de la sentencia. ¿Ya Bale?
9- Rehabilita2: el resultado y, sobre todo, la imagen de la segunda parte dejaron otros efectos colaterales de carácter positivo. Siguiendo en el plano individual, Kroos y Marcelo crecieron una barbaridad tras el descanso. Si estos dos cogen el timonel, el Madrid se subirá otra vez a la ola de los triunfos, que nadie lo dude.
10- El de siempre: como aún no he guardado el carnet del benzemismo en la cartera, el/la lector/a se preguntaría por el hecho de no haber hablado aún del francés. Es que lo de Karim es muy grande; ha hecho lo más difícil, convertir su servicio al colectivo en una rutina maravillosa. Él, que sólo tiene de 9 el dorsal de la camiseta, estuvo otra vez (y van unas cuantas) de 10.
Texto: Francisco Quirós Soriano
Foto: RealMadrid.com